La inflación venezolana se aceleró en abril a su mayor ritmo en tres años y la escasez tocó máximos de un lustro, complicando el panorama para el gobierno de Nicolás Maduro, que no ha logrado agilizar los férreos controles de divisas y de precios que distorsionan la economía del país petrolero.
Eyanir Chinea Reuters
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) subió un 4,3 por ciento en abril impulsado por el alza de alimentos y bebidas no alcohólicas, dijo el jueves el Banco Central, que calculó la inflación anualizada en un 29,4 por ciento.
“(La aceleración) Obedece, fundamentalmente, al mayor crecimiento relativo en el precio de los bienes, ya que en los servicios el ascenso de la tasa fue leve”, se limitó a explicar el banco central en un escueto comunicado.
Los datos ponen de manifiesto el enorme reto de Maduro para encauzar las finanzas públicas tras ganar las elecciones del 14 de abril por menos de 1,5 puntos y da munición a sus críticos, que lo acusan de fraude electoral y pésima gestión económica.
“La inflación en abril 2013 en nuestro país superó la registrada por buena parte de los países de América Latina en todo el 2012!”, dijo por Twitter el líder opositor Henrique Capriles, quien se niega a reconocer la ajustada victoria del heredero político de Hugo Chávez.
La tasa acumulada en los primeros cuatro meses del año fue del 12,5 por ciento, frente al 4,4 por ciento del mismo lapso de 2012, lo que hace improbable que se cumpla la ambiciosa meta fijada por el Gobierno entre 14-16 por ciento en el 2013.
El indicador se vio presionado por la devaluación del bolívar en un 32 por ciento en febrero, que si bien alivió las constreñidas cuentas tras el enorme gasto público de 2012, también repercutió en los precios al consumidor en un país que importa la mayor parte de lo que consume.
Analistas dicen que el factor detrás de la alta inflación y el desabastecimiento son los controles de divisas y de precios vigentes desde hace una década, que han complicado las compras en el exterior y deteriorado el tejido productivo nacional.
Sin embargo, el Gobierno acusa al sector privado de acaparar productos para especular con los precios, aunque prometió agilizar los sistemas de asignación de dólares que acumulan meses de retrasos y revisar la regulación de algunos productos.
ESCASEZ CRITICA
El índice oficial de escasez, que mide la ausencia de bienes en la red comercial, subió a un promedio de 21,3 por ciento desde el 20 por ciento de marzo, lo que se considera cuatro veces superior a la tasa normal para la nación caribeña.
En algunos productos fundamentales para la dieta venezolana regulados por el Estado -como la harina de trigo, la harina precocida de maíz, aceites, azúcar y leche en polvo- el desabastecimiento es más del doble, según analistas.
El Gobierno había prometido agilizar la asignación de divisas y poner en marcha un sistema alternativo de venta de dólares, que en el mercado negro cuadruplican el valor de la tasa oficial, pero hasta el momento no hay nada en firme.
“Revertirlo (el problema de las divisas) no será tarea fácil y tomará algún tiempo. Por ello no podemos descartar que la escasez pueda empeorar en el corto plazo antes de mejorar”, dijo la firma Econométrica en un informe previo al dato de inflación.
Gremios de comerciantes e industriales -que acumulan meses de deudas con sus proveedores- habían advertido que en abril se sentiría más el impacto de la devaluación debido a que es el mes en el que tradicionalmente se hacen los cambios de inventarios.
Medios locales han reportado grandes filas de consumidores en algunos comercios para hacerse con algunos productos, y es habitual ver enormes vacios en los anaqueles de mercados y abastos en el país petrolero (http://link.reuters.com/zyc97t)
El índice del Banco Central muestra que la escasez está en niveles del 2007, cuando se produjo un prolongado desabastecimiento de alimentos básicos que contribuyó en la única derrota electoral del fallecido Hugo Chávez y que tocó su nivel máximo en enero del 2008 a un 24,7 por ciento.
Venezuela logró en 2012 reducir la velocidad de la inflación a un 20,1 por ciento con la aplicación de leyes para controlar los costos de las empresas y endureciendo su política de congelamiento de precios, que mantiene a algunos productos básicos con el mismo valor que hace dos años.
La inflación y el abastecimiento son temas clave para Maduro, cuya popularidad está bajo presión tras un ajustado triunfo electoral en el que prometió impulsar los costosos programas sociales creados por su mentor en alimentación, salud, educación y vivienda.
(Reporte de Eyanir Chinea; editado por Hernán García)