Alirio José Baptista (32) llegó borracho a su casa el domingo pasado. Revisó cuarto por cuarto y no encontró a su mujer, Desiré Bravo (22). La llamó varias veces por teléfono. La joven celebraba junto con su familia el Día de las Madres. laverdad.com / Ana Karolina Mendoza
Él le exigió que se fuera a la vivienda que compartían desde hace al menos un año en el barrio El Milagro, en Mene Grande, municipio Baralt. Discutieron por varios minutos. Ella se negó a irse y terminó la llamada. Baptista, iracundo y, supuestamente borracho, le dio un puñetazo a la ventana corrediza de la sala a las 4.30 de la tarde.
El vidrio completo se partió. Las astillas se le clavaron en la cara, en el cuello y en los brazos, informó una fuente policial. Al parecer un trozo del vitral se le clavó en el pecho. Los vecinos salieron a averiguar tras escuchar el golpe.
Baptista se quejaba del dolor. Estaba ensangrentado. Sus conocidos lo llevaron al Hospital Pedro García Clara, en Cabimas. Le dieron los primero auxilios y lo remitieron al Hospital General del Sur.
Le sacaron los vidrios y lo recluyeron en la Unidad de Cuidados Intensivos. Trascendió que ayer en la mañana lo operarían, pero a la 1.30 de la madrugada cayó en estado de coma y falleció. Al parecer perdió mucha sangre y tenía los valores bajos.
Una hermana de la víctima se negó a dar información en la morgue forense. La pareja de Baptista no se apareció por ahí. Tras preguntarle a la familiar por Desiré, esta hizo un gesto de rabia con los labios y arqueó las cejas. La pareja tenía problemas.