Sin duda, no hay pruebas de tal “apartheid” mediático. Las primeras planas nacionales e internacionales se han ocupado de darle lugar privilegiado a cuanta opinión vierte a la opinión pública.
Sus anuncios mandando a “trabajar” a Lorenzo Mendoza, diciendo que lo espera a la salida del colegio para cantarle sus “4 verdades” por haber dejado sin arepas al pueblo venezolano, es una de las declaraciones de presidente, legítimo o no, más difundidas en la historia.
Eso de que le iba a cobrar a los pobres el techo dado por el Difunto ha ocupado una posición privilegiada en todos los medios de comunicación aquende y allende las fronteras nacionales.
Sus ponderadas palabras de que él sabe el nombre y número de la cédula de identidad de los 900 mil chavistas descarrilados, aquellos que votaron por Capriles el 14 de abril, no hay primera plana del mundo que no le hayan abierto un lugar.
Hasta mi buen amigo, el genial @pasoagachado, le dedicó un tweet destacando su buena intención detrás esa declaración: “No se lo tomen a mal ni como una amenaza pero yo se donde vive la mamá de cada uno de los 900 mil que votaron en mi contra”.
Todo esto, pese a que cuesta creer que un tipo que no sabe las capitales de los estados del país, sepa nombre, cédula y dirección de la mamá de los que se salieron del corral rojo.
Pues bien, indagando sobre la causa de la “invisibilización” pregunté a un miembro del entorno madurista y esta fue la respuesta.
– El no quiso decir que lo “invisibilizan” sino que lo “imbecibilizan”.
Aaahhh, ya eso es otra cosa.