Las muestras del primer paciente infectado por el nuevo coronavirus fueron sacadas de Arabia Saudí sin informar a las autoridades competentes y entregadas a un laboratorio privado, que las patentó.
Así lo anunció hoy en Ginebra el ministro de Salud de Arabia Saudí, Ziad Memish, quien lamentó profundamente que este hecho haya retrasado considerablemente la búsqueda de un tratamiento.
“Nosotros (el ministerio) supimos del virus tres meses después de que ocurriera el primer caso, esto ha retrasado los test para determinar si alguien está infectado o no y evita la colaboración internacional en la investigación”, afirmó.
Memish hizo estas declaraciones en un acto organizado por Arabia Saudí para explicar las acciones llevadas a cabo respecto al nuevo coronavirus, dado que fue en ese país donde surgió por primera vez el virus que hasta la fecha ha infectado a 44 personas y ha causado la muerte de 22 de ellas.
Fuentes que pidieron el anonimato confirmaron posteriormente que el virus fue sacado del país por el doctor que trató al primer paciente infectado y que, consciente de que en Arabia Saudí no contaba con las instalaciones necesarias para investigar, lo mandó al exterior.
El receptor fue el Centro Médico de Rotterdam (Holanda), una institución privada que no sólo lo recibió, sino que lo patentó, y todo indica que incluso ya lo ha vendido a compañías farmacéuticas que por ahora nadie ha nombrado.
En la actualidad, centros de Alemania, Reino Unido y Estados Unidos cuentan con muestras del virus y están intentando desentrañarlo para, posteriormente, tratar de buscar un tratamiento.
Consultado posteriormente al respecto, Keiji Fukuda -director general adjunto para la Salud, Seguridad y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS)- quiso restar importancia al asunto y reiteró una y otra vez, ante las insistentes preguntas de los periodistas, que el organismo está centrado en conocer el virus, no qué pasó con una muestra específica.
“No estamos siguiendo este tema, estamos intentando centrarnos en la cepa y evitar una mayor expansión. En el futuro tendremos que centrarnos en otros temas, pero por ahora no. Cuando una casa está en llamas, intentas apagar el fuego, no saber qué pasó antes de que empezara”, dijo Fukuda.
Una opinión que parece no compartir su superior, la directora general de la OMS, Margaret Chan, quien también estaba presente en el acto e hizo una defensa del sistema de intercambio de virus creado para las cepas de la gripe.
“Invito a todos los países a que apliquen las regulaciones de intercambio de virus en cualquier otra situación. Todos ustedes (dirigiéndose a los países) tienen que evitar que privados obtengan unas muestras que son claves para salvar vidas”, declaró Chan.
La directora general añadió que está estudiando con las autoridades saudíes las implicaciones legales del caso. EFE