Sentía que el virus le recorría desde la punta del dedo gordo del pie hasta el cabello. Es que estuvo en Mérida de visita por cuatro días, y antes había pasado por Caracas, donde se hospedó por tres. A Johan Mavárez sí le dio gripe, pero de la común. También dolor de cabeza y corporal, además presentó dificultades para respirar. “Por un momento juré que tenía la H1N1”. laverdad.com / Isabel Cristina Morán
A Maracaibo llegó el viernes en la noche. Del aeropuerto se pasó a una clínica donde estuvo hasta la 1.00 de la mañana tratando de mejorarse. Hicieron pruebas, le examinaron garganta, ojos y oídos y el diagnóstico fue como agua de río corriendo en sequía: infección en vías respiratorias.
Le recetaron antibióticos, jarabes y tres terapias respiratorias diarias por tres días sin olvidar el reposo absoluto. Lo suspendieron por 72 horas. Y si no mejora deberá volver al hospital. “Estaba preocupado, porque imagínate, estaba en Mérida, donde empezó este virus de nuevo. Es que nada más a mí se me ocurre viajar en estos días, cuando la alerta sanitaria está a punto de encenderse”.
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