Un enfermero se declaró hoy culpable por la muerte de once ancianos que perecieron en un incendio provocado en un centro en la ciudad de Sídney en 2011, informan los medios locales
Roger Dean, de 37 años, trabajaba como auxiliar médico en la residencia de ancianos cuando provocó un fuego en el que cinco de ellos murieron calcinados y otros seis a causa de las quemaduras.
Dean admitió su culpabilidad en los 11 cargos de asesinato durante la primera vista del juicio que se desarrolla en el Tribunal Supremo del estado de Nueva Gales del Sur.
El exenfermero también aceptó la acusación de causar graves daños físicos a otros ocho ancianos que resultaron afectados en el incendio del centro del suburbio de Quakers Hill, donde se encontraban alojados unos 80 residentes cuando comenzó el incendio a primeras horas de la mañana del 18 de noviembre de 2011.
Los parientes de las víctimas mortales, cuyas edades oscilaban entre 73 y 97 años, lloraron al escuchar la admisión de culpabilidad por asesinato de Dean.
Dean, que anteriormente admitió haber robado analgésicos en el centro donde trabajaba, ya se había declarado culpable por homicidio involuntario, pero la Fiscalía australiana rechazó su declaración.
Tras descubrirse que la residencia de Quakers Hill carecía de rociadores de agua de emergencia, las autoridades de Nueva Gales del Sur impuso la colocación de estos sistemas contra incendio en los hogares para ancianos.
El auxiliar será sentenciado en los próximos días, aunque se desconoce la fecha exacta de la lectura de la sentencia. EFE