Existe una certeza en la contienda para gobernar el centro cultural y político de Francia: una mujer será alcalde de París por primera vez en los 2.000 años de historia de la ciudad.
El resultado de las primarias conservadoras que comienzan el 31 de mayo está prácticamente decidido, ya que Nathalie Kosciusko-Morizet, o NKM como se le conoce, es considerada la única candidata con posibilidades reales. Su rival socialista en las elecciones de marzo de 2014 será Anne Hidalgo, la heredera designada por el actual alcalde.
Las candidatas ya empezaron a ventilar sus divergencias, en particular sobre la seguridad y el turismo en París, donde estallaron disturbios a principios de este mes durante una celebración en honor del club francés de fútbol Paris Saint-Germain. Tienen visiones muy diferentes de cómo debe servir París a sus 2,3 millones de habitantes y a los 29 millones de personas que la visitan cada año.
La contienda también incluye a otras candidatas de partidos más pequeños que se considera que tienen pocas posibilidades de ganar.
Kosciusko-Morizet ha propuesto que las tiendas ubicadas en las principales zonas turísticas de la ciudad abran los domingos, argumentando que París está perdiendo grupos de viajeros frente a Londres los fines de semana debido a los requisitos de que las tiendas cierren por un día. También quiere acabar con los carteristas que pululan en el metro y las principales atracciones turísticas, como el Louvre y la Torre Eiffel.
“Tenemos algo que aprender acerca de la hospitalidad”, dijo.
Hidalgo, por su parte, dice que el sistema francés funciona para sus residentes, y que no quiere que París, que prácticamente se paraliza los domingos y por las noches, “parezca una ciudad anglosajona que trabaja las 24 horas del día”.
Sólo cinco de las 40 ciudades de Francia con una población superior a los 100.000 habitantes tienen alcaldesas, prueba de la dificultad que las mujeres francesas encaran para conseguir puestos políticos. AP