Las reformas son la única salida que tiene América Latina para mantener un crecimiento alto capaz de sacar a su población de la pobreza ante la depreciación de los precios de las materias primas y un contexto internacional difícil, alertaron este viernes ministros y representantes de organizaciones internacionales reunidos en un foro organizado por el ministerio de Economía francés.
“No tenemos los vientos a favor que teníamos en el pasado, por lo que cada vez las respuestas están en el interior de nuestros países”, advirtió el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, en el Foro Económico Internacional América Latina y Caribes.
“Reformas, reformas, reformas”, es la respuesta para adaptarse a las dificultades que se vislumbran para seguir creciendo, dice el director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el mexicano Angel Gurría, para paliar la “volatilidad que nos afecta siempre”.
“No hay alternativa, estamos atrasados, la complacencia nos sigue atacando y sobre todo a los países de relativa riqueza natural”, advirtió en este V foro organizado por el ministerio de Economía y Finanzas francés, la OCDE y el BID.
El crecimiento del 3,1% del PIB de 2012, y el 3,5% del PIB de la región que se espera este año no es suficiente para mantener la “velocidad de crucero” necesaria, que debe superar al menos el 4%. Aunque estos datos esconden casos de alto crecimiento como Panamá o Perú.
Y es que, como advirtió el moderador de uno de los paneles, el periodista de The Economist Michael Reid, “se vislumbra el ocaso del gran supercirco del superprecio de las materias primas”.
Baja productividad, deficiente capacitación profesional, trabajo informal, infraestructuras malas o inexistentes, falta de financiación para las empresas, carencia de cadenas de valor, poca relevancia del aporte de las pequeñas empresas a la economía, ineficacia del Estado, falta de un buen sistema recaudador de impuestos…
De hecho, el 68% de los latinoamericanos viven con menos de 10 dólares al día, recordó Gurría, para quien el continente presenta las “disparidades socioeconómicas más grandes del mundo. No somos los más pobres, somos los más desiguales del mundo”, zanjó.
Para Moreno, la productividad “es el problema más importante y desafío central para la región”.
Y quizá el barómetro de ese problema es el alto grado de la economía informal, que se eleva al 40% y en algunos casos al 50%.
Con excepción de Chile, el número de empresas en la región es una tercera parte en comparación con los países desarrollados.
La falta de crédito es otro cuello de botella. La región necesita, según el BID, entre 330.000 y 400.000 millones de dólares para cubrir las necesidades de las empresas, y las más perjudicadas son las empresas de menor tamaño.
Los salarios reales en Asia han subido mucho más rápido que los de América Latina.
América Latina no está integrada en las grandes fábricas” como son Asia, Europa, Estados Unidos, “y no hay una fábrica América Latina”, dijo la ministra de Comercio Exterior de Costa Rica, Anabel González.
“Es uno de los desafíos que hay que tender en la región”, agregó.
Para el ministro de Finanzas de Perú, Luis Castilla, también hay que reformar el Estado para ser eficientes, porque hasta ahora, ha sido el sector privado el que liderado el crecimiento.
Y eso pasa por un mayor gobierno electrónico que aumenta la transparencia y reduce la discrecionalidad y la corrupción, así como revisar el proceso de descentralización.
Pero si hay un diagnóstico de los problemas que impiden un crecimiento “endógeno vigoroso”, ¿por qué no se corrige?
“Las decisiones suponen consensos y los consensos se consiguen por vías políticas”, reconoce a la AFP Moreno, quien recordó la “urgencia de las reformas”.
Pero actualmente la atomización de partidos en los parlamentos dificultan esos consensos, reconoció el titular de Economía de Costa Rica, Edgar Ayales. AFP