En las carnicerías de Nueva Esparta los precios regulados son casi inexistentes. Este producto se vende en algunos establecimientos con un sobreprecio de hasta 413%, en relación con los montos fijados por el Gobierno. elsoldemargarita.com.ve
La carne de primera (pollo de res, chocozuela, pulpa negra, ganzo) establecida en 27,29 bolívares se está comercializando entre 120 y 140 bolívares. Lo mismo sucede con la de segunda (solomo abierto, paleta, lagarto sin hueso, chuleta) que está regulada en 18,46 bolívares y se vende en entre 55 y 65 bolívares; y con la de tercera, que cuesta 40 bolívares, pese a que está fijada en 15,74.
Los encargados de estos comercios aseguran que no pueden vender a los precios regulados porque “casi nunca” reciben carne de este tipo. “A nosotros nos dicen que tenemos que vender con unos precios, pero los productos nos cuestan hasta el doble de los precios regulados. Matemáticamente es imposible cumplir”, dijo el gerente de un local que prefirió no revelar su nombre.
Pese a que no pueden hacerlo, en muchos locales los precios que aparecen a la vista de los consumidores son los fijados por el Ejecutivo, lo que genera grandes molestias a los clientes, que en muchos casos han dejado de comprar, y en otros, han descuadrado sus presupuestos para poder alimentar a sus familias.
Al ser consultados sobre este tema, los encargados aseguran que el Indepabis les exige mantener estos precios publicados, y que ellos cobran la diferencia por los cortes, empaques y la limpieza de la carne, que son sus “servicios adicionales”.
El coordinador regional de este organismo, Jairo Márquez, indicó que las carnicerías deben vender según los precios establecidos en la Gaceta Oficial y que los cortes y plásticos “son otra cosa”.
Márquez hizo un llamado a la población para que mantenga la calma, pues asegura que la situación de los precios está próxima a estabilizarse. “Tras las reuniones realizadas con las navieras y los convenios de los supermercados con CASA las fallas con los alimentos se han solventado 90% y seguirán mejorando”.
Pese a que el suministro se ha mejorado, y que la carne se consigue en algunos supermercados, los consumidores pidieron al Gobierno que sincere los precios de los productos para acabar con las fallas. “A nadie le gusta pagar de más, sabemos que a ellos les cuesta más del precio regulado pero al no sincerarlos pareciera que quieren robarnos con la excusa de sus servicios”, dijo Carmen Prieto, consumidora.