El rey Juan Carlos de España realizó este sábado una poco común aparición pública, participando en una discreta ceremonia militar organizada con menos recursos que en anteriores oportunidades, como consecuencia de medidas de reducción del gasto público.
El monarca, de 75 años de edad, había acudido a fines de abril al partido de semifinales de la Liga de Campeones entre el Real Madrid y el Borussia Dortmund, realizando así su primera aparición fuera de su residencia oficial desde que el 3 de marzo pasado fuera sometido a una operación de hernia de disco.
El sábado, con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, el rey, quien llevaba muletas, lucía su uniforme militar verde.
El monarca se encontraba con el príncipe Felipe, heredero al trono de España, y su esposa Letizia, quienes habían sido recibidos con abucheos y silbidos el jueves en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona donde acudían a una representación de “L’elisir d’amore” de Gaetano Donizetti.
La familia real española pasa por su peor momento de popularidad desde la inculpación del yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarin, en un caso de presunta corrupción que salpica a su esposa, la infanta Cristina.
La opinión pública también criticó que el monarca viajase el año pasado a Botsuana para cazar elefantes mientras el país está asfixiado por la recesión y las políticas de austeridad. Aquel escándalo llevó al rey a pedir disculpas públicamente, en un acto inédito en el país.
En este contexto, la casa real española emprendió una ofensiva de comunicación destinada a mejorar la imagen de la monarquía, que por primera vez hizo públicas sus cuentas y ahora se dispone a entrar en una ley de transparencia en debate en el Parlamento.
En declaraciones al periódico El Mundo, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, estimó que, “en momentos de dificultad come éste, la Monarquía en España es un elemento fundamental de estabilidad”.
El ministro, quien indicó que la ceremonia de este sábado costó 90.000 euros -tras haber costado 200.000 en 2012 y 1,3 millones en 2001- también aseguró que, pese a los recortes en el gasto público, “la seguridad está garantizada”.
AFP