Estado de Mandela es “muy grave” pero estable, dice Zuma

Estado de Mandela es “muy grave” pero estable, dice Zuma

(foto AP)

El presidente sudafricano, Jacob Zuma, aseguró este martes que el estado del héroe nacional Nelson Mandela, aquejado de una infección pulmonar, es “muy grave” pero está recibiendo los mejores cuidados.

Andrew Beatty/AFP

Los doctores informaron a Zuma del delicado estado de salud del icono de la lucha contra el apartheid, que no ha dado señales de mejora tras cuatro días en el hospital.





En una entrevista grabada el martes por la mañana, Zuma dijo que el estado del padre de la moderna Suráfrica era estable.

“Lamentamos todos que nuestro presidente, el real padre de la democracia en Sudáfrica, esté en el hospital”, dijo Zuma a la televisión pública SABC.

“Le queremos con nosotros”, dijo Zuma. “Y estoy seguro de que, conociéndole como le conozco, es un gran luchador y estará con nosotros muy pronto”, agregó.

“Aunque (su estado) es muy grave… se ha estabilizado y todos rezamos para que se recupere rápidamente”, dijo.

El portavoz de Zuma, Marc Maharaj había dicho poco antes a la AFP que “estable significa que no está ni mejor ni peor, quiere decir que su estado no ha cambiado”.

Los familiares de Mandela visitaron el Mediclinic Heart Hospital en Pretoria para estar a su lado al temer por su estado.

La seguridad fue reforzada alrededor del centro privado, donde una docena de policías armados registraban vehículos y personas, ante una fuerte presencia de prensa.

Un oficial de la policía dijo que “protegían a los miembros de la familia que vienen a visitarlo”.

Las hijas de Mandela Makaziwe y Zindzi, así como su primera esposa Winnie Madikizela-Mandela, visitaron el hospital el martes por la tarde.

Su actual esposa, Graça Machel, canceló un viaje a Londres la semana pasada para permanecer a su lado.

Este martes, se cumplían 49 años de la condena de Mandela en 1964 por conspirar para deponer el gobierno racista del apartheid. Un día después fue condenado a cárcel a perpetuidad.

Fue enviado a cumplir la condena a la ventosa isla de Robben Island, frente a las costas de Ciudad del Cabo antes de ser trasladado a la cárcel de Pollsmoor, en Ciudad del Cabo, donde contrajo tuberculosis.

En sus 27 años en la cárcel por defender sus ideas, Mandela se convirtió en un icono en la lucha contra el apartheid.

Los sudafricanos están viviendo este último problema de salud de Mandela con la resignación de que el final de su héroe, que se convirtió en el primer líder negro del país tras las primeras elecciones democráticas de 1994, puede estar cerca.

Mandela ha tenido problemas pulmonares recurrentes desde que se le diagnosticó tuberculosis en 1988. Esta el la cuarta hospitalización desde diciembre.

Hace dos meses, el ganador del Premio Nobel de la Paz, que cumplirá 95 años el próximo mes, recibió el alta tras ser tratado por una neumonía.

En diciembre le retiraron cálculos biliares tras recuperarse de una infección pulmonar. En marzo volvió de nuevo al hospital para someterse a un chequeo antes de ser internado a finales de ese mes por diez días.

“La neumonía es una enfermedad que mata”, dijo Keertan Dheda, jefa de enfermedades pulmonares de la Universidad del Cabo.

“En el caso de Mandela, además de su edad, sabemos que ha tenido tuberculosis y que puede debilitarle las defensas de los pulmones y hacerlo más vulnerable a las infecciones”.

El símbolo de una Sudáfrica unida

A fines de abril, el presidente Zuma y los principales jerarcas del partido en el poder (Congreso Nacional Africano, ANC) fueron fotografiados con un Mandela que parecía extremadamente debilitado en su hogar de Johannesburgo.

No tardaron en llegar las críticas por esta foto al considerar que el dividido partido buscaba los réditos políticos y aprovecharse del prestigio del héroe sudafricano.

Las acusaciones de corrupción, la pobreza y la mala calidad de los servicios públicos han socavado el prestigio que tuvo en los tiempos de Mandela el ANC -que deberá disputar elecciones en 2014.

La última vez que Mandela apareció en un acto público fue en la final de la Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica, en julio de 2010.

“Creo que habrá preocupación fuera de Sudáfrica porque Mandela es considerado como el pegamento que mantiene a Sudáfrica unida”, declaró a la AFP el analista Daniel Silke.

“Pero yo creo que esto es algo que hace tiempo terminó”, dijo, deseando sin embargo su mejora.

Tras permanecer un mandato en la presidencia sudafricana, Mandela se consagró a luchar contra el sida y la resolución de conflictos, antes de apartarse de la vida pública a los 85 años.

Mucha gente ha dejado mensajes de apoyo fuera de su casa en su el norte de Jonhannesburgo.

Una pareja escribió: “Te queremos Papa Mandela” y colocó un osito de peluche con una camiseta igual que la que ellos llevaban fuera de la verja.