La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, perdió ocho puntos en su popularidad, que había alcanzado niveles récord en marzo, ante el aumento de la inflación, confirmó este miércoles la tradicional encuesta CNI/Ibope, AFP.
La popularidad de Rousseff, que prácticamente no había dejado de crecer desde que llegó al poder en 2011, cayó de 79% a 71% entre marzo y junio, y la evaluación del gobierno cayó en la misma proporción, de 63% a 55% que lo consideraron bueno o muy bueno, según el sondeo realizado justo antes de las manifestaciones callejeras de los últimos días.
La proporción de los entrevistados que desaprueban las políticas contra la inflación aumentó en diez puntos y alcanza 57%.
Las áreas en las que Rousseff no consiguió 50% de evaluación positiva fueron: seguridad pública, salud, impuestos, combate a la inflación, tasa de interés y educación.
La caída en la popularidad presidencial coincide con dos años de bajo crecimiento económico en Brasil y una inflación elevada, que alcanzó el máximo de tolerancia de 6,5% en doce meses en mayo.
La encuesta fue realizada entre el 8 y el 11 de junio, justo antes de las masivas protestas callejeras que llevaron 250.000 a las calles de las principales ciudades del país contra el aumento de los precios del transporte y los millonarios gastos públicos en el Mundial 2014 que exigen para mejores servicios de educación y salud.
El sondeo es en base a 2.002 entrevistas, y tiene un margen de error de dos puntos.
Una encuesta similar divulgada hace casi dos semanas por Datafolha daba cuenta también de una caída de la popularidad de Rousseff en ocho puntos, debido al aumento de la inflación.