De Tibisay y sus 3 compañeras de partido puede esperarse cualquier cosa, pero que reseñe sus ilegalidades el IAEE es muy importante para proseguir con urgencia el doble propósito de presionar más contundentemente al TSJ para que responda la solicitud de impugnación de la elección fraudulenta del 14-A y disponernos a votar masivamente en las elecciones municipales del 8-D, a pesar de las trampas. La brillante Milagros Socorro (EN 16-06-13) escribe que “La banda encabezada por Lucena (… ) no se molesta en cuidar las apariencias, ni se cuenta entre sus garantías prioritarias la pulcritud del voto”. Prueba visible fue la cadena con el “final feliz” de la “auditoría” electoral; tan “perfecta” que arrojó “error cero” (sin cuadernos de votación, reporte del SAI y otros). “Cero”con la misma verosimilitud que la felicitación de la FAO (toma los datos del informe remitido por el gobierno a ese organismo) por haber logrado Venezuela“Hambre cero”. Este “fao” se produce cuando la escasez de alimentos en el país es similar a la de una economía de guerra y la agricultura nacional está en ruinas por el feroz acoso oficial .
La presidenta del CNE está actuando como una militante del PSUV, mal que padecen las demás bandas oficiales. El MinDefensa, Diego Molero, por ejemplo, declaró que” ser institucionalista es ser chavista” (EU 03-06-13). Además del detallado informe del IAEE en el que reseña las felonías de los poderes públicos a favor de Maduro, la prensa venezolana añade pruebas de que el 14-A en“cárceles desalojadas y cerradas se registraron votos durante las presidenciales” y que fallecidos votaron. Por eso el CNE negó la petición de verificar difuntos en cuadernos del 14-A (EU 02-06-13).
“La banda de Lucena” está tan desprestigiada, que hasta los simpatizantes del partido oficial creen que hubo fraude el 14-A. Por eso Tibisay rechaza las preguntas periodísticas sobre su chapuza electoral y anuncia que los“cuadernos solo serán revisados si lo ordena el TSJ”. Puesto que el TSJ pertenece a la misma banda, y no ha respondido a la impugnación de las elecciones del 14-A. ¿Qué hacer para que ninguno de los millones que estamos convencidos de que hubo fraude, se desanime y decida erradamente abstenerse el 8-D, dado que iremos con el mismo CNE y el TSJ no ha cumplido con su deber de dar respuesta a la documentada solicitud de impugnación de esos resultados? Pues “podemos caminar y mascar chicle”. Es decir, que 1)debemos hacer campaña e ir a votar masivamente el 8-D para ratificar así nuestra condición de mayoría (¿se imaginan a un Maduro legitimado con millones de votos porque muchos opositores se abstengan, y al PSUV ganando en todas o la mayoría de las alcaldías del país?) y 2) simultáneamente exigir pacífica y contundentemente a las puertas del TSJ, con Capriles a la cabeza, la respuesta a la que está obligado el máximo tribunal y a la que tenemos derecho. El colega Alfredo Yánez lo resume magistralmente: “Votar y ratificar la fuerza mayoritaria es una responsabilidad y no desviarnos de la defensa férrea de nuestro triunfo del 14-A, una obligación”.