Aunque la malograda Amy Winehouse falleció oficialmente por una cantidad letal de alcohol y medicamentos, su hermano Alex está convencido de que su larga lucha contra la bulimia podría haber supuesto un factor determinante en su trágico destino, publica elmundo.es.
“Hacía años que Amy estaba sumida en un grave problema de bulimia, y los trastornos alimenticios habían provocado un grave deterioro en su físico. Esto no es nada nuevo, ya que sólo había que ver lo delgado de su cuerpo para darse cuenta de que mi hermana estaba muy enferma. Creo que hubiera muerto igualmente aunque esa noche no se hubiera propasado con el alcohol, ya que fue la combinación de todos esos elementos lo que provocó que Amy acabara con su vida antes de lo normal. Yo estoy seguro de que la bulimia fue la principal razón de su muerte: es horrible decir esto, pero las debilidades físicas de mi hermana se fueron intensificando con el tiempo debido a sus carencias alimenticias”, aseguró Alex al diario británico The Observer.
Malas compañías
El hermano de la vocalista británica también revela cómo las negativas amistades que Amy forjó en la adolescencia le arrastraron a una destructiva dinámica alimenticia desde los 17 años, a lo que -con el paso de los años- se unirían nuevas adicciones y un consumo de alcohol desmesurado que aceleraron su deterioro físico.
“Todas sus amigas tenían por costumbre darse un buen banquete y, posteriormente, irse juntas al baño para vomitar todo lo que habían ingerido. Con el tiempo, todas ellas superaron las adversidades y fueron capaces de seguir adelante con sus vidas, pero no Amy. Fueron pasando los años, y su bulimia se unió a otros muchos problemas que fueron mermando su estado de salud, sin que ella tratara de pedir ayuda a su familia y sin siquiera reconocer ante sus seres queridos que tenía un problema. La vida interior de mi hermana era la de una persona muy atribulada: vivía una pesadilla constante que nunca quiso compartir con nadie”, explicó Alex al mismo medio