El diseñador ruso de armamento Mijaíl Kaláshnikov, de 93 años, cuyo fusil AK-47 es el arma más utilizada del mundo, ha sido hospitalizado en estado grave, informaron hoy las agencias rusas.
“Kaláshnikov se encuentra en terapia intensiva. Su estado es grave pero estable. No se requieren intervenciones quirúrgicas u otras”, dijo a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa ruso.
Otra fuente del hospital, donde Kaláshnikov fue ingresado anoche, precisó a la agencia Interfax que se le diagnosticó una embolia pulmonar.
Kaláshnikov, quien fue trasladado ayer desde la ciudad de Izhevsk (capital de la república rusa de Udmurtia) a Moscú en un avión del Ministerio de Situaciones de Emergencia, ha sido sometido a terapias intensivas de cardiología.
El legendario diseñador de armas, quien no se encuentra bien desde marzo pasado y no acude al trabajo desde entonces, fue ingresado en un hospital en diciembre pasado para ser sometido a tratamiento profiláctico.
Las autoridades sanitarias de la región de Udmurtia, donde reside el diseñador y se encuentra la fábrica de armamento, confirmaron entonces que Kaláshnikov sufre diferentes dolencias.
Recientemente, Kaláshnikov escribió una carta al presidente ruso, Vladímir Putin, para denunciar la mala gestión de la fábrica por parte de su actual directiva.
Debido a su delicado estado de salud sus hijos dejaron de mantenerle al tanto de las operaciones en la fábrica, como cuando el Ejército ruso anunció en 2011 que dejaría de comprar fusiles Kaláshnikov por excesos de existencias en sus arsenales.
Kaláshnikov confesó en 2007, con motivo del 60 aniversario del registro oficial de su fusil en la URSS, que los nazis tuvieron la culpa de su invento porque su vocación verdadera era diseñar maquinaria agrícola.
Aunque empezó a idear el diseño de un arma de fuego automática en 1942, mientras estaba internado en un hospital tras sufrir heridas durante un combate contra el Ejército nazi, el primer fusil de asalto AK-47 no sería registrado oficialmente hasta 1947.
Según las autoridades rusas, debido a que la Unión Soviética no llegó a patentar el invento, hasta un 90 % de los fusiles Kaláshnikov que son producidos en el mundo son falsos, pues se fabrican sin autorización o con licencias caducadas.
La marca Kaláshnikov solo fue registrada en la Oficina Internacional de Patentes de Suiza en 1998, y su inventor nunca sacó beneficio económico de su creación.EFE