En el afán del Gobierno nacional de reducir o controlar los medios de comunicación, el capítulo II de la I convención colectiva única en discusión entre determinados gremios y el Ministerio de Educación Universitaria (MEU), encubre una cláusula que deja en manos del ente político y federaciones la administración de canales comunitarios para las casas de estudios públicas.
A través de la número 9, titulada “Red telemática y de medios comunitarios para las instituciones de educación universitaria oficiales”, el Ejecutivo se compromete a promover y crear una “red nacional de radios y televisoras universitarias” que en teoría suena funcional, pero en la práctica resulta una muestra más del interés de aniquilar la autonomía.
En su párrafo tercero se esclarece que la dirección de tales medios de comunicación será por acuerdo entre las federaciones y el MEU, alejando el control autonómico que suelen tener las instituciones sobre ellos y trasladándolo bajo un poder político.
Así lo expone Jesús Urbina, docente de LUZ y director de LUZ Radio, quien asegura que quitar a la institución la posibilidad de administrar lo correspondido es convertir al Gobierno en el nuevo patrón de la comunidad universitaria. Las frecuencias radiales y señales televisivas para explotar de las casas de estudios públicas son frecuencias gestionadas de manera directa por las instituciones o las fundaciones creadas para tal efecto.
Otorgarla a terceros irrumpe con su compromiso al servicio social y pasan a formar parte de la contingencia laboral. Alertó que LUZ, por ejemplo, no tiene representación en las Federaciones y Sindicatos que suscriben el contrato. Por tanto garantizar una programación plural y de equilibrio en donde se visualicen los intereses institucionales y del público, así como la administración de las concesiones podría ser cuesta arriba.
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