Los abogados del terrorista venezolano Ilich Ramírez Sánchez, “Carlos”, denunciaron hoy que el juicio contra su cliente es “una parodia de proceso”, que en su opinión “está condenado por adelantado” y es “fantasmagórico” por las pruebas acusatorias utilizadas.
“Ustedes van a condenarlo en beneficio de los intereses estadounidenses”, afirmó en dirección de los diez jueces del Tribunal de lo Criminal de París Isabelle Coutant-Peyre, antes de pedirles que “no se plieguen a esta parodia”.
Esta letrada fue la encargada de iniciar los alegatos de la defensa en el juicio en apelación abierto el pasado 13 de mayo contra el venezolano por su responsabilidad como líder del grupo que presuntamente cometió cuatro atentados en Francia en 1982 y 1983, que causaron once muertos y cerca de 200 heridos.
Coutant-Peyre consideró que la petición de la Fiscalía para que Ramírez Sánchez sea sentenciado a cadena perpetua -la misma pena que se dictó contra él en primera instancia en diciembre de 2011- “no tiene ningún sentido” a la vista de las pruebas.
A su parecer, la suerte está echada para su cliente porque se le ha presentado “como el terrorista más peligroso antes de (Osama) Bin Laden” y porque se ha organizado “la caza de ‘Carlos'” en una estrategia dirigida por la CIA estadounidense.
“Esa organización criminal (en alusión a la CIA) organizó el secuestro” de Ramírez Sánchez y “utilizó como secuaces al contraespionaje francés”, señaló en alusión a la captura del ahora encausado en agosto de 1994 en Sudán en una operación de los servicios secretos galos.
La letrada se quejó de que en los anales judiciales franceses Ramírez Sánchez constituye “un récord” porque no se le ha terminado de juzgar pese a llevar 19 años entre rejas e incluso hay una instrucción sobre un atentado en París en 1974 por el que sospecha que se le está preparando un proceso para el futuro.
Coutant-Peyre cargó en particular contra el juez instructor de este sumario, Jean-Louis Bruguière, al que vinculó directamente con la CIA -“es un hombre de una organización extranjera”- y dijo que ha hecho de Ramírez Sánchez “el caso de su vida”.
Francis Vuillemin, otro de los letrados, insistió en calificar de “fantasmagórico” este proceso, entre otras cosas por los “testigos fantasma”, en particular el palestino Ali Kamal Al Issawi, al que Bruguière tomó declaración en 2001 en Ammán a través de agentes de los servicios secretos jordanos.
Vuillemin criticó que la acusación se sustenta “en indicios (…) sin ninguna certeza”, como su supuesta carta en marzo de 1982 al entonces ministro de Interior, Gaston Deferre, que según la Fiscalía marcó “el inicio de la guerra privada” del terrorista venezolano contra Francia, concretada en los cuatro atentados objeto del sumario.
Tras hacer hincapié en que no se tiene constancia judicial del original de esa misiva, en la que supuestamente “Carlos” exigía a Francia la liberación de dos miembros de su grupo arrestados unos días antes en París y advertía de las consecuencias si no ocurría, el abogado aseguró que “la carta no existe”.
También negó la validez probatoria de los cientos de documentos de los servicios secretos de países del antiguo bloque comunista sobre la Organización de Revolucionarios Internacionalistas que comandaba Ramírez Sánchez a comienzos de los años 80. EFE