Para mantenerse indefinidamente en el poder es imperativo para los enchufados, avanzar en el objetivo de lograr el control social, parte de su estrategia busca modificar nuestro comportamiento, provocar miedo, incertidumbre y división en la sociedad. Por ello la persecución a los medios de comunicación independientes, el asedio a las universidades, la destrucción del aparato productivo, constituyen los muros de un laberinto, para limitar el libre movimiento democrático. El reto de la sociedad democrática venezolana, es superar el miedo para empezar a producir los cambios, porque no podemos ver a la democracia y libertad como una concesión o un lujo, por el contrario, es un derecho.
Lo cierto del caso es que hasta ahora han resultado infructuosos los no pocos esfuerzos realizados desde Miraflores, para doblegar el espíritu democrático del venezolano, con Maduro ya son dos los canales de noticias independientes que han salido de las parrillas de transmisión de las cable operadoras, para profundizar su “hegemonía comunicacional”, los enchufados usan la presión, el miedo a perder las concesiones hace el resto, como resultado seguimos perdiendo espacios y medios de comunicación e información que son vitales para que las personas se formen sus propias opiniones, mientras el fantasma de la apatía nos acecha, muchos no creen nada, pero le temen a todo, precisamente cuando el deseo de cambio debería ser un instrumento para vencer al miedo, porque sin coraje y determinación, no hay democracia.
La libre comunicación de pensamientos y opiniones, es uno de los derechos más preciados por el hombre, sin embargo, los venezolanos padecemos tiempos donde se torna incómodo el ruido de la verdad a los privilegiados que usufructúan el poder, por ello impiden el libre desempeño de los medios de comunicación y desnuda las razones por las cuales buscan doblegar a la universidad. Diego Luis Cordoba (Abogado y político colombiano 1907-1964) pensaba que: “por la ignorancia se desciende a la servidumbre, por la educación se asciende a la libertad”, esto permite ilustrar en buena medida, el porque del ataque sistemático a las universidades autónomas, que son asfixiadas financieramente, para reducir su papel en la libre educación de los ciudadanos del presente para el futuro, la academia desempeña un rol muy importante aportando elementos para la formación y desarrollo del conocimiento y del pensamiento colectivo.
El pueblo esta obligado a sobrevivir, pero eso no impide la posibilidad de reclamar; el venezolano promedio, a consecuencia del desabastecimiento, debe emprender una cruzada diariamente, para llevar los productos de la cesta básica a su familia, y luego hacer milagros para comprarlos a consecuencia de la salvaje inflación que liquida el presupuesto de la mayoría de los trabajadores del país; pero los burócratas enchufados nos chantajean y pretenden hacernos escoger entre la patria o el papel toilette. Resulta dramático ver como una parte importante de la sociedad democrática venezolana, pareciera estar encerrada en un intrincado laberinto, paralizada por el miedo, esperando una salida que no ha de llegar, hasta que no decida descifrar y recorrer los sinuosos senderos que conducen a la libertad. ¿Entonces, quien dijo miedo?, si sabemos lo que hay que hacer y no lo hacemos, entonces estamos peor de lo que pensábamos.
Pedro Galvis
@pgalvis