El cuerpo del pequeño boliviano de cinco años que fue asesinado en la ciudad de Sao Paulo por unos atracadores debido a que no paraba de llorar llegará esta tarde al aeropuerto de El Alto, vecino a La Paz, desde donde será trasladado a su pueblo natal, en el altiplano, donde será enterrado.
Los restos del niño Brayan Yanarico, asesinado el pasado viernes, regresarán a Bolivia en un vuelo de Boliviana de Aviación (BOA) en el que también viajarán sus padres, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Este departamento, según la nota, ha financiado los gastos de repatriación, mientras que una empresa funeraria se hará cargo gratuitamente del traslado hasta la localidad de Achacachi, en el altiplano.
Los familiares serán asistidos a su llegada y durante todo el trayecto hasta su pueblo por funcionarios de la Dirección de Gestión Consular, agrega el comunicado de la Cancillería.
Unos atracadores asesinaron al pequeño de un tiro en la nuca porque “no paraba de llorar” mientras los ladrones asaltaban la humilde casa de su familia en un barrio obrero de Sao Paulo.
Los padres de Brayan llegaron a Brasil a principios de año para trabajar en un taller de costura, y aunque entregaron a los asaltantes 4.500 reales (unos 2.000 dólares), los delincuentes exigieron más dinero y amenazaron con matar a los dos menores que se encontraban en la vivienda en ese momento.
Según el relato de los familiares, el niño comenzó entonces a llorar y uno de los atracadores le descerrajó un tiro en la cabeza.
La Policía de Sao Paulo detuvo desde el pasado viernes a hoy a tres sospechosos del crimen, uno de ellos de 17 años, informó la Policía Civil de Sao Paulo. EFE