Después que Mario Silva informó a su jefe cubano -y se hizo público- que el Ministro de Defensa Diego Molero presuntamente estaba promoviendo un golpe, naturalmente se complicó su permanencia en el cargo. En efecto, salió del Ministerio pero fue premiado con una Embajada, tal como hicieron con aquel que dijo que “se le solicitó la renuncia al Presidente, la cual aceptó”. Si había renunciado no era un golpe y si la renuncia era mentira entonces el golpista era él, por eso mejor fue enviarlo a Portugal.
En todo caso, a nadie debe sorprender que en un “gobierno” de golpistas tengamos a gente acariciando la idea de darle un zarpazo a la Constitución. Por supuesto, los golpistas del 4F y sus herederos tienen 14 años diciendo que los golpistas somos nosotros, es decir los que pensamos distinto y ejercemos democráticamente la disidencia política. Son ellos los que han endeudado obscenamente a la Republica y se la han entregado al poder cubano pero nosotros somos los traidores a la patria. Son ellos quienes ejercen el poder y han asaltado las arcas de la Nación pero los corruptos son los que se oponen a este desfalco. Por fortuna, el viejo truco de robar y acusar al otro de ladrón, ya no es creíble. Nicolás Maduro raya en lo ridículo repitiendo las mismas necedades, sin la credibilidad que tuvo Chávez en su público. El país está claro en quienes son los golpistas, corruptos y traidores a la patria.
Con suma candidez, algunos pensaban que la Almirante Carmen Meléndez como Ministro de la Defensa podría ser un avance para la institucionalidad de nuestra FAN, pero la foto que circuló de ella colgada del brazo de Raúl Castro dio al traste con semejante ingenuidad. Ella misma se encargó de minimizar sus méritos cuando presentó como su mejor credencial que era “hija de Chávez”. Lo mismo que Nicolás, quien no está capacitado para ser Presidente y procura que el país justifique su incompetencia porque es “hijo de Chávez”. Así las cosas, según la cursilería oficialista, “El Ilegítimo” puso a su hermana como Ministro.
Lo cierto es que nadie cree que la cubanización de la FAN se detenga, el propio Nicolás habló de “Cuidar cada detalle de la formación ideológica de nuestros soldados” y eso precisamente es lo que hacen los cubanos. Incluso es vox populi que los ascensos militares fueron consultados con La Habana. Por cierto, el otro “hermano” -el Tte Diosdado Cabello- ya no es anticastrista. Al contrario, jala mecate en Cuba, viaja a China y hace negocios con el Partido Comunista, a pesar de que el Tío Mario ha revelado a su comandante Castro todas las andanzas del cabecilla de la “Derecha Endógena” (Dixit Luis Tascón). En definitiva, los enchufados pretenden justificar su fracaso, el desangramiento del país y la entrega de nuestra patria porque son “hijos de Chávez”.
Por lo visto, nunca lo dejaran descansar en paz!