El Bayern de Múnich confirmó hoy el fichaje del centrocampista internacional español Thiago Alcántara, del Barcelona, unos días después de que el técnico, Pep Guardiola, expresara claramente su deseo de tenerle en las filas bávaras. EFE
Ambos equipos acordaron un traspaso por 25 millones de euros, lo que da luz verde a Thiago, de 22 años, para firmar un contrato por cuatro años, así como el compromiso de disputar un amistoso anual durante ese periodo.
“Nos alegramos de que se haya consumado el traspaso. Thiago fue el mejor jugador del campeonato de europa de sub-21 y reforzará al Bayern”, indicó el presidente del club bávaro, Karl-Heinz Rummenigge, tras conocerse el fichaje.
La noticia saltó tras el partido contra el Hansa Rostock, que los de Bayern ganaron -como todos los encuentros hasta ahora de esta primera pretemporada de la “era Guardiola”- esta vez por 4:0, en el estadio de ese modesto equipo del noreste de Alemania.
En la pausa del encuentro, el director deportivo del Bayern, Matthias Sammer, había aún declarado a la televisión alemana que no había nada de que informar por el momento en torno al tema que ha acaparado la atención de todos los medios, españoles y alemanes, estos últimos días.
Se daba por hecho que el fichaje iba a ser inminente desde que Guardiola dijo: “sí, quiero a Thiago aquí. A él y sólo a él”, en correcto alemán y unos días atrás, desde el lugar de concentración del equipo en Trentino (Italia).
A partir de ahí, el aficionado bávaro descubrió algo más de la personalidad de Guardiola, que hasta ahora acapara titulares y reportajes con unas técnicas de entrenamiento y esquemas de juego que al internacional Frank Ribéry -su teórico “nuevo Lionel Messi”- le parecen “raras”.
Ni los aficionados ni los medios pudieron enterarse, más que bastante después, de las críticas de Guardiola a su antiguo club y las alusiones a la enfermedad de Tito Vilanova, Messi y Neymar.
Ese apartado de la conferencia de prensa fue en catalán, no había un intérprete para esas declaraciones y, de haberlo habido, tal vez tampoco habría entendido los reproches internos entre Pep y la cúpula del Barcelona.
Lo que al día siguiente reconstruyeron más o menos los medios alemanes de la polémica dio una nueva perspectiva a la personalidad de Guardiola, que además de mediático, exitoso, etc., tiene esos golpes escondidos.
Desde entonces, en Alemania se cruzan asimismo apuestas sobre quién va a “sobrar” en el esquema de juego de Guardiola, con la incorporación de Thiago, y por qué realmente ve tan necesario el técnico estrella de la Bundesliga su fichaje.
El golpe de Guardiola se convirtió en noticia cuando se especulaba aún con si el centrocampista comparecería o no mañana, al primer entrenamiento del Nou Camp, o si las duras palabras de Guardiola empañarían el “amistoso” del Bayern contra el Barcelona, el día 24, en Múnich.
Un día antes, el técnico y su equipo se presentarán oficialmente al completo, en la Allianz Arena, y tres días después, el 27, el Bayern tiene en disputa el primer título de la “era Guardiola”, el de la Supercopa contra el Borussia Dortmund.
“Thiego era el gran deseo de nuestro nuevo entrenador, Pep Guardiola, y aquí lo tenemos”, apuntó Rummenige.
Alcántara llega al Bayern a un precio relativamente asumible -inicialmente, habrían sido 90 millones, pero quedó reducido porque también fueron menos sus intervenciones en el Barcelona-.
Sigue, en lo que a españoles se refiere, al de Javi Martínez, la temporada anterior, en lo que fue el traspaso récord en la historia de la Bundesliga, 40 millones.
Las otras dos restantes incorporaciones al Bayern son Mario Götze, por 37 millones de euros, procedente del Borussia Dortmund, y Jan Kirchhoff, sin traspaso.
Hasta ahora, sin Alcántara, el Bayern había ganado por goleada todos los partidos de pretemporada, que se abrió contra un equipo de aficionados de Wildenau (15-1) y llegó hoy al profesionalizado Hansa (4-0).