Los rumores sobre el posible aumento del precio de la gasolina se mantienen en un constante vaivén en Venezuela. A principios de año, durante el proceso de las elecciones presidenciales y posteriormente, cuando serían anunciadas las políticas económicas que regirían en el país, el tema tomó vida nuevamente generando la respuesta del ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, quien negó el incremento y aseguró que esa medida debe discutirse “abiertamente con el pueblo”.
Comenzando el mes de julio, una nueva ola se levantó en las redes sociales con la visita del presidente Nicolás Maduro a Rusia. Esta vez no hubo respuesta del Gobierno.
Este tema es considerado “tabú” por haber desencadenado “El Caracazo” en el año 1989; aun así, distintos analistas nacionales e internacionales aseguraron que el subsidio está generando fuertes distorsiones en la economía venezolana y que lo más conveniente sería ajustarlo.
El último aumento del carburante fue en el año 1996, durante el gobierno de Rafael Caldera, cuando el precio subió 500%, hasta quedar en 0,070 bolívares en el caso de 91 octanos y Bs 0,097 la de 95.
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