Al parecer, Frank pasó junto a la víctima, la pidió “perdón” y acto seguido sintió algo húmedo y viscoso en las nalgas y en los muslos, según se desprende del informe policial.
La chica pensó que era un estornudo o similar del propio Frank, pero al examinarlo con mayor profundidad se dio cuenta de la procedencia concreta del fluido: era semen.
Varios empleados de la tienda llamaron a la policía que le detuvo y a quienes explicó que le había lanzado su semen porque era atractiva, “muy sexy” según sus propias palabras.
Ahora a Frank se le imputa un delito de “contacto ofensivo con fluido corporal”, además de acoso, lascivia y alteración del orden público.