En las modernas redes sociales, es casi un ejercicio cotidiano de algunos opositores arremeter contra la orientación general de la Alternativa Democrática y contra su dirección unitaria. Esta conducta es frecuente e intensa contra los del mismo campo opositor, no así hacia el adversario oficialista. Lejos estamos de pensar que la estrategia opositora y la MUD están exentas de errores, y por supuesto, son susceptibles de críticas; algunas las podemos compartir, otra cosa es ignorar que los logros alcanzados hasta el presente en el proceso de acumulación de fuerzas, se deba a esa política y a esa conducción.
Se diseñó una estrategia para superar los gravísimos errores del pasado reciente. Los guerrilleros del teclado (como los llamó Teodoro), olvidan o pretenden olvidar el paro petrolero, la Plaza Altamira, la abstención en las elecciones parlamentarias… Algunos parecieran sentir nostalgia y quisieran regresar a la política abstencionista. En lo que Francisco Suniaga llamó “La oposición de la oposición”. Es necesario asumir que la lucha política y social no es desahogo. Con frecuencia leemos en twitter cómo se propone la abstención para las próximas elecciones municipales y el regreso del voto manual.
Si bien es cierto que podemos considerar un aporte del chavismo (haber politizado a la sociedad en alto grado) con la polarización existente, ello no ha significado mayor cultura política. El debate cuando existe, es muy elemental, casi primitivo.
El peor error en el que se incurre con frecuencia, es suponer que la realidad es como nosotros aspiramos que sea y no como ella es. Es decir, sustituir nuestros deseos por la realidad. El desarrollo de una política exitosa, plantea exigencias más complejas y diversas, no bastan las respuestas simples e impulsivas. La estrategia democrática de aproximación al poder no supone exclusivamente la participación electoral, siendo éste un componente esencial unido al acompañamiento de las distintas manifestaciones sociales; además de ejercer una necesaria acción solidaria, constituye un elemento fundamental para la toma de conciencia acerca de la necesidad de construir una alternativa para el país.
Los “duros de twitter”, establecen comparaciones con la llamada primavera árabe, experiencia que no puede ser transplantada mecánicamente por tener peculiaridades muy propias de sus costumbres y tradiciones.
La estrategia democrática no concibe la lucha como una acción esporádica solo realizable a través de grandes movilizaciones que por supuesto son muy necesarias y en determinadas situaciones decisivas. Las luchas sociales y políticas no se desarrollan siempre como una línea vertical ascendente, acostumbran presentarse en forma de zic-zac.
En la Mesa de la Unidad Democrática, a diferencia de otras experiencias unitarias, “los poderes fácticos” no influyen en sus decisiones. En el pasado esa influencia fue nefasta y estuvo asociada a los errores más protuberantes de la oposición en estos casi 15 años.