Las rigurosas dietas y entrenamientos de las aspirantes a Miss Venezuela, sus peleas internas, frustraciones y preparación para las temidas preguntas finales, saldrán por primera vez al aire a partir de este lunes en el reality show “Todo por la corona”.
Patricia CLAREMBAUX/AFP
Ante las cámaras, cada lunes en horario estelar de la noche, 50 esculturales mujeres, de 18 a 25 años, serán eliminadas progresivamente por un grupo de jueces hasta llegar a las 24 finalistas que optarán por preciado título el 10 de octubre en el mayor centro de espectáculos de Caracas, el Poliedro.
El reality show, en el que la audiencia podrá opinar a través de Twitter (@mvtodoporcorona), se desarrollará en la Quinta Miss Venezuela, en Caracas, y en otras locaciones, y será transmitido por el canal venezolano Venevisión y por la cadena Sony Entertaiment Television.
El programa “lleva a la televisión cómo ha ocurrido esto, año a año, en la vida real”, explica a la AFP Gino Berrios, productor ejecutivo del reality show, quien precisó que en los primero capítulos se verán los castings preliminares en todo el país para llegar a las 50 aspirantes.
Este certamen es una tradición en Venezuela, un país que sobre todo produce petróleo y, desde hace más de 20 años, también misses, de la mano del llamado “Zar de la belleza”, Osmel Sousa, quien le ha dado al país seis Miss Universo, seis Miss Mundo y seis Miss Internacional.
“Obviamente, Sousa y su equipo buscan muchachas que son diamantes en bruto”, destacó Berrios.
“Todo por una corona”
La cultura de la belleza es tal en el país sudamericano que clubes, colegios y hasta pueblos celebran concursos para elegir a sus reinas y mini reinas. El país se paraliza con la gala final.
Berrios estima que en el proceso de preselección de 2013 se presentaron más de 1.200 jóvenes aspirantes a Miss Venezuela, que hicieron largas colas sólo para ser vistas por el equipo de Sousa, conformado por un profesor de oratoria, un entrenador físico, un grupo de estilistas y una reconocida figura de la pasarela venezolana. Todo, sin garantías de ser elegidas.
En “Todo por la corona”, las aspirantes pasarán por un temido nuevo filtro y críticas de los jueces, en medio de tensiones y frustraciones en el set, según el productor.
“El grupo de preseleccionadas inicia las clases y entrenamientos. Muchas no podrán seguirle el ritmo, no rebajan el peso que se les pide, no entienden lo que es una buena pasarela y salen del concurso”, relató Berrios.
El profesor de oratoria y jurado, José Rafael Briceño, comentó telefónicamente a la AFP que en el reality “no sólo se evalúa la belleza, sino la disciplina de las aspirantes”. “Te permite ver como audiencia quién progresa”, añadió.
Saliendo al paso de las críticas que lo tachan de sensacionalista, Briceño cree que el show permitirá a las candidatas enfrentarse a la vida real, la de las cámaras, las luces y la acción: “Sin duda es un reto para muchachas que, probablemente, nunca han enfrentado a las audiencias”, dice.
El jurado señaló que 15.000 personas verán en el Poliedro el certamen en octubre y calcula que millones lo verán en América Latina, por el canal nacional y el internacional que suscribieron un contrato para la producción y transmisión del programa.
“Se trata de enseñarlas desde el comienzo a manejar ese estrés que generan las cámaras y la presión de que ante un error te verá otro millón más a través de YouTube”, agregó Briceño.
El proceso que se develará en las pantallas es el mismo por el que pasaron las 61 miss Venezuela anteriores. Ellas también lo dieron todo por una corona.