El último deceso se registró el domingo a las 10.30 de la noche. Luis Miguel Medina (23 años) recibió tres balazos al no tener dinero en los bolsillos. Estaba preso desde hace cuatro años por el delito de robo. Es el quinto interno de esa área que muere por las mismas circunstancias desde el 1 de julio.
En Máxima manda la “Usurpadora”, quien este año recibió libertad plena. Su mano derecha, el “Caldera, es el único que tiene potestad para quitar la vida a los deudores. Se desconoce si él mismo dispara contra los reos pobres cuyos familiares no tienen dos mil 400 bolívares al mes para dárselos en sus manos.
Los prames de Máxima mantienen su ejército personal a través de este pago y de las extorsiones externas a los pobladores de Maracaibo y sus municipios cercanos. Pese a que está fuera de prisión, la “Usurpadora” siguiría controlando el área. Las fuentes internas aseguran que junto con obtener la libertad plena se radicó en México. Cada cierto período, el exconvicto regresara al país. La última vez que estuvo en Venezuela se habría hospedado durante un mes dentro de las instalaciones de la cárcel de Sabaneta.
El “Caldera”, a quien le atribuyen estas cinco muertes, cumplirá 28 años en septiembre. Lo procesaron por los delitos de robo y hurto de vehículos, homicidio intencional y porte ilícito de arma de fuego, según causa número 1C-16458-09.
Enfrentamiento
Menos de 12 horas después de la muerte de Medina se registró una balacera entre los internos de las áreas de Reeducación y Penal. El enfrentamiento se inició ayer a las 6.00 de la mañana por motivos aún desconocidos y terminó casi al mediodía.
El hecho dejó un interno de Reeducación muerto y uno de Penal herido, que ingresó minutos después al Hospital Universitario de Maracaibo. En ambas zonas iniciaron una celebración el domingo en la noche y pasaron la madrugada bebiendo alcohol hasta la mañana. Luego se produjo la balacera.