Abordar correctamente a una mujer en el gimnasio puede ser un reto más difícil que el mismo entrenamiento. Debes tomártelo con calma, no esforzarte en exceso y ser realista acerca de tus metas. Aquí te traemos los mejores consejos para hacer que esa chica deje por un momento de concentrarse en sus ejercicios y se fije en ti.
1. Sé regular
Debes tratar de sincronizar tu horario de visita al gimnasio con el de ella, así la regularidad de los “encuentros de pasillo” hará que pases de ser un extraño a un rostro conocido, y de un ‘hola’ de cortesía podrían pasar a una conversación. Inscribirse en clases conjuntas puede ayudar mucho a acelerar esta etapa: pregúntale qué instructor recomienda o si conoce algún sitio cercano donde se puedan un batido sano y natural.
2. No halagues su figura
Todos sabemos que las licras dejan muy poco a la imaginación, y más en un cuerpo que es ejercitado diariamente, pero debes grabarte en la cabeza que para ella estar en ropa deportiva es muy distinto ponerse un vestido de coctel o a estar arreglada para salir de noche. Incluso un buen halago, expresado oportunamente, puede hacerla sentir extraña porque no está en la posición más cómoda respecto a lo que expresa su ropa.
Mejor es hablar sobre los ejercicios que hacen, algún maratón en el piensas inscribirte o cualquier otro tema donde sepas que ella no se va a sentir incómoda. Así descubrirán si tienen cosas en común.
3. Frente a ella siempre, detrás de ella nunca
Vamos, no te hagas el inocente. Es una práctica común de muchos hombres colocarse de últimos en las rutinas de boot camp u otro ejercicio en grupos para poder “apreciar” la vista. Las mujeres no son tontas. Ellas se dan cuentan y la mayoría rechazan esas técnicas. Mejor ponte frente a ella y proponle hacer juntos abdominales, apoyándose uno con el otro. Ese tipo de interacción te puede abrir las puertas a una buena conversación luego de finalizar la clase y a ganar confianza con ella.
4. Impresiónala con tu personalidad, no con tus pectorales
Aparta tu ego, estás en un lugar donde la gente tiende a exhibir sus logros físicos con mucha prepotencia. Lo último que buscará ella es alguien que le enseñe unos músculos que nada tiene de especial con respeto a los otros 50 hombres que hacen ejercicio en el mismo lugar.
Enfócate en entablar una buena conversación para que ella pueda conocerte mejor.