Mick Jagger cumple mañana 70 años sin que la edad ni los excesos hayan minado la energía arrolladora ni el indiscutible magnetismo del líder de los Rolling Stones, que aún enloquece cada vez que sube a los escenarios.
Patricia Rodríguez/EFE
Septuagenario, arrugado y padre de siete hijos, Jagger es una de las figuras más veneradas del rock y sopla velas con un físico que ha capeado sus escarceos con el alcohol y las drogas de su juventud, documentados por la prensa, y con un espíritu de veinteañero.
En su currículo figuran varios tropiezos con la Justicia por motivos poco decorosos como tenencia ilícita de estupefacientes, desorden público o por pegar a un periodista. Episodios que forman parte ya de la fascinante personalidad de Jagger.
Hoy queda lejos esa actitud de adolescente díscolo y a su respetable edad se permite, incluso, desvelar sus secretos para mantener el tipo. En una reciente entrevista con una revista británica, Jagger confesó que hace ejercicio de manera regular y alterna el gimnasio con el baile, eso, sí, “sin volverse loco”.
Jagger no es un abuelo al uso. Sus sesiones de gimnasia han contribuido, quizás, a conservar esa sensual, peculiar e inimitable manera de mover las caderas sobre un escenario.
Inmune a los estragos del tiempo, demostró su plena forma este verano, al tocar el 29 de junio por primera vez en 50 años de carrera en el festival de Glastonbury. Allí desplegó, con los Rolling Stones un macroespectáculo de más de dos horas.
Con aspecto rejuvenecido, volvió a “dar guerra” el 6 de julio en otro concierto en Hyde Park, donde sus “Satánicas Majestades” repitieron un mítico espectáculo que dieron en 1969.
El hecho de que todas las entradas se vendieran -las más baratas, por cierto, a 150 libras (174 euros o 230 dólares)- corroboró ese gancho imperecedero.
En el Reino Unido, su vida personal no ha dejado de dar juego, bien por su amores y su fama de incorregible mujeriego o por el tirón mediático que han heredado, además, algunos de sus retoños, como sus dos hijas modelos, Elizabeth y Georgia May, fruto de un segundo matrimonio con la estadounidense Jerry Hall.
Aficionado a la literatura, a los cómics, a la pintura moderna, a la escultura y la poesía, se casó en Bali por primera vez en 1971 con la activista nicaragüense Bianca Jagger, quien aún conserva el apellido del músico, y de cuya unión, que concluyó en 1979, nació la diseñadora Jade, otra habitual de los tabloides.
Las supuestas infidelidades del cantante volverían a producirse, al parecer, en su segundo matrimonio con la altísima modelo tejana Jerry Hall y esa fama de ligón jamás le ha abandonado.
En la actualidad, parece haber encontrado la estabilidad con la diseñadora L’Wren Scott, de 46 años, con quien se le vio el 17 de julio celebrando por anticipado sus 70 primaveras en un club privado de Londres.
En 2003, fue nombrado caballero de la Orden del Imperio Británico y, el pasado año, nombrado embajador de la candidatura olímpica de los Juegos Olímpicos de Londres.
Nacido en Dartford, en el condado inglés de Kent, el 26 de julio de 1943, Jagger es hijo de un profesor de educación física y una ama de casa australiana, y su “flechazo musical” comenzó cuando el cantante era solo un adolescente que sacaba notas brillantes y que se matricularía en la prestigiosa London School Of Economics (LSE).
Aunque su nombre está ligado irremediablemente a los Stones, uno de los grupos más respetados y longevos del mundo, que cofundó en abril de 1962 con apenas 18 años, sus inquietudes le han llevado a involucrarse en diversos proyectos.
El veterano grupo, -que fundó junto a Keith Richards (guitarra), Ronnie Woods (Bajo) y Charlie Watts (batería)- presume de haber vendido más de 200 millones de discos y ha publicado 24 álbumes, el último, “GRRR” el pasado año.
Ganadores de dos Grammys, álbumes como “Beggars Banquet” (1968), “Sticky Fingers” (1971) o “Exile on Main St.” (1972) siguen hoy fascinando a las legiones de fans.
En su carrera como solista, que arrancó a mediados de los 80, colaboró con gente como “The Jacksons” en el sencillo “State Of Schock” (1984), Tina Turner en “Live Aid” y con David Bowie en el videoclip “Dancing in the street”. EFE