1. A nadar
La natación es sin duda alguna el deporte más completo de todos: realizarás una actividad cardiovascular, tonificarás los músculos de tu tren superior, de la espalda, piernas y brazos.
Sácale mayor provecho a tus sesiones en la piscina nadando con las palas flotadoras, que te harán esforzarte mucho más con el ejercicio en las piernas.
2. Reduce el tiempo entre series en cada rutina
Si reduces los tiempos de descanso entre un ejercicio y otra, ya sea mientras haces pesas, barras o alguna rutina por series, lograrás quemar muchas más calorías gracias en gran parte por la mayor quema de grasas.
3. Realiza ejercicios de respiración para mejorar tu resistencia cardiovascular
Si mantienes las pulsaciones bajas mientras corres o pedaleas, la vía aeróbica estará abierta en todo momento, con lo que la energía la extraerás directamente de las grasas.
4. Descansa un día
Es la forma positiva de decirte que entrenes 6 días a la semana. Es el momento de recuperar el tiempo perdido.
5. Supera tu límite de velocidad
Una carrera de 100 metros te ayuda a incrementar notablemente tu volumen muscular. Trabajarás grupos musculares que ni sospechabas que existían. Además. Te ocupará muy poco tiempo.
La mejor parte es que se trata de una inversión a corto plazo: las carreras de alta velocidad provocan una demanda de oxígeno importante, tanta como para que tu corazón se mantenga a un ritmo de pulsaciones alto y, así, sigas quemando grasas hasta tres horas después de terminado el ejercicio.
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