Ni Mark Hamill ni Carrie Fisher han soltado prenda. “No habrá preguntas sobre la nueva trilogía, nos centraremos en la parte del legado”, advertía el presentador de la charla con la que hoy se ha abierto la multitudinaria convención europea de la saga “Star Wars”, objeto de culto intemporal.
Javier Herrero/EFE
¿Queda alguien a día de hoy que aún no haya visto la famosa saga?, preguntaba uno de los muchos periodistas que asisten al evento desde puntos tan remotos como Australia, para homenajear una vez más este fenómeno que, desde 1977, fecha de estreno de “Star Wars”, han disfrutado al menos tres generaciones.
“Yo ahora las veo en blu-ray con mis nietos”, ha confesado el cazarrecompensas Boba Fett, esto es, el actor Jeremy Bulloch, que asiste también al evento junto a otros carismáticos rostros de la franquicia como Anthony Daniels (C3PO), Ian McDiarmid (emperador Palpatine) y Peter Mayhew (Chewbacca), incombustible pese a llegar en silla de ruedas.
El encuentro, que desde mañana y hasta el domingo abrirá sus puertas al público en Essen (oeste de Alemania), contará con todo tipo de actividades y charlas para los fanáticos de los Jedi y la posibilidad de que sus responsables avancen nuevos detalles de su relanzamiento en 2015 gracias a Disney y al director J.J. Abrams.
A la espera de las buenas nuevas, la convención ha permitido una vez más echar una ojeada a ese “legado” y la pasión que las seis partes ya filmadas despiertan en los aficionados, algunos de los cuales han recorrido más de 200 kilómetros en bicicleta, ataviados como soldados de la Guardia Imperial, en una auténtica muestra del uso de la “fuerza” interior.
En el interior del salón principal donde se celebra el evento, les aguarda una recreación del palacio del esclavista Jabba el Hutt en Taooine y otra, por citar solo algunos de las más impresionantes, de un “walker”, esos gigantescos vehículos todoterreno que avanzan sobre piernas mecánicas.
Hablando de las robóticas milicias del lado oscuro, por aquí pululan ya los miembros de la llamada “Legión 501”, esos voluntarios que, de forma gratuita, ejercen de figurantes y soportan durante horas los disfraces de plástico elaborados con sus manos, con el plus de las temperaturas inusualmente altas que azotan Essen esta semana.
También cabe tener en cuenta la habilidad y pericia de quienes manejan con control remoto versiones a tamaño real del droide R2D2, construidos en sus casas, tras invertir años y dinero de su bolsillo.
“Tardé un año y medio en construir la estructura en mi salón. Luego tardé otros dos años en la parte tecnológica. Si todo sale bien a la primera, te sueles gastar unos 3.000 euros (3.964 dólares), pero lo más fácil es irse a los 5.000 (6.608 dólares) tras varios intentos”, relataba uno de estos improvisados ingenieros a los mandos de una consola de videojuegos reciclada en control remoto de su orgullo robótico.
Es tal el desarrollo de este tipo de actividades paralelas que la convención dedicará gran parte de los próximos tres días a ellas, del diseño de droides, al tatuaje de motivos de la saga y, por supuesto, al intercambio de material coleccionable.
Además, aprovechando el 30 aniversario del estreno de “Star Wars: Episode VI – Return of the Jedi”, la cita acogerá una proyección de ese clásico al aire libre, bajo las estrellas de esa “galaxia muy muy lejana” que sigue dando de qué hablar y que a tantos terrícolas ha hecho soñar. EFE