Espacios destinados al descanso eterno, cuyos visitantes se encuentran con el recuerdo de sus familiares fallecidos en un ambiente de paz y serenidad, donde momentos de reflexión y recuerdos son conjugados con el suave aroma del ambiente; sin embargo la realidad de los camposantos de la ciudad está muy alejada de las necesidades básicas de la sociedad.
A simple vista un largometraje de terror pudiera filmarse sin mayores problemas ante las condiciones de los cementerios, donde se pueden conseguir tumbas profanadas, desborde de maleza que cubre las lápidas en su totalidad, pozos cubiertos de aguas estancadas, calles en mal estado, iluminación deteriorada e incesante soledad.
Por estas razones, actualmente se utilizan como espacios circunstanciales de visita en días conmemorativos, tal como es el caso del Día de los Muertos o el aniversario de defunción. La resignación pesa en el sentimiento de los familiares que se preguntan si sus seres queridos están descansando en paz.
Según el criterio de Ángela Anyul Jiménez, expresidenta de la Asociación de Camposantos del estado Lara, las autoridades municipales nunca han tomado en cuenta que los cementerios son sitios de reposos y descanso donde los familiares tienden a expresar su sensibilidad, es por ello que considera que estos lugares deben ser amenos para visitantes y difuntos.
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