Cuando se piensa que se ha visto todo, los enigmas y manifestaciones religiosas sorprenden a las personas. Tal es el caso de la imagen de la Virgen la Dolorosa que, según contaron los testigos, en el último novenario de un joven ultimado en el sector Barrancón de Cagua, dejó perplejo a los presentes, quienes con mirada atónita observaron cómo los ojos de la virgen derramaban un especie de líquido aceitoso con las características de lágrimas, reseña El Aragüeño.
Los hombres y mujeres que rezaban pidiendo por el descanso eterno del alma del muchacho expresaron su sorpresa, asegurando que son cosas divinas que solamente Dios puede explicar.
Una de las presentes fue la señora Tuna Bolaños, quiera fue la encargada de elevar las plegarias gloriosas desde el primer hasta el último novenario. “De verdad es sorprendente, soy una persona extremadamente religiosa pero nunca había presenciado una manifestación
divina como la que vi con mis propios ojos el miércoles en la noche. Debo confesar que me parecía mentira, pero cuando me acerqué vi cómo corrían por el rostro de la imagen verdaderas lágrimas, se me erizó la piel, fue impresionante, pero siendo cosas de Dios, todo es posible”, relató Bolaños.
Morela Álvarez, vecina de la familia Rivas, donde se llevaban a cabo los rezos del joven, también expresó su impresión por lo ocurrido. “Pienso que fue una muestra de que Dios estaba recibiendo en su seno el alma de Alfredo, pues lo ocurrido no es normal ni frecuente, por eso nos dejó intrigados, es una muestra de fe y que Dios existe en cada rincón de la tierra”, dijo Álvarez.
Por su parte, Corina Rivas, tía y madre putativa de Alfredito, en medio de la tristeza que la acompaña por la reciente pérdida de su ser querido, aseguró que aún no sale de su asombro. “No sé explicar lo que pasó, sólo espero que el alma esté con Dios. Me gustaría que un cura me explicara lo ocurrido”, fueron las pocas palabras de la señora Corina.
Otro de los testigos, fue Vidal Quintero, cativo de Los Andes, quien señaló que “en vida, nunca había visto algo parecido, creo que no hay otra explicación que el amor de Dios hacia la familia Rivas, fue sorprendente ver cómo la virgen lloraba”, narró Quintero.
Lo cierto es que en cuestión de minutos, la casa de la familia Rivas se llenó creyentes y curiosos, quienes se acercaron a presenciar la manifestación divina de la Virgen la Dolorosa.