El caso del totalitarismo criollo siglo XXI es diferente. Pretende llevarnos al modelo cubano pero la resistencia interna lo ha frenado, aunque sigue avanzando la represión política y la economía se deteriora aceleradamente. No hay una ruta clara para deshacernos de esta caterva. Nadie puede afirmar que tiene la llave para abrir la puerta de la democracia.
Taxonómicamente nuestra oposición se clasifica en:
1- Conversos tempranos: militaron en el chavismo pero se percataron a tiempo de que no era el camino.
2- Conversos tardíos: están en la oposición, pero justifican acciones del régimen y condenan cualquier acción opositora realizada antes de su conversión.
3- Olvidadizos: siempre han sido opositores pero critican todas las acciones realizadas antes de las elecciones del 2006. Marcan distancia del paro cívico del 2002, aunque en su momento lo apoyaron; condenan la acción de los militares en la plaza de Altamira, pero inicialmente montaron kioscos en su apoyo; descalifican la abstención en las parlamentarias del 2005, pero se olvidan que estimaban que no obtendrían más de once diputados y por eso retiraron las candidaturas.
4- Puristas: solo aceptan la vía electoral y satanizan otras acciones por considerar que no son democráticas.
5- Duros de teclado: están convencidos que somos una mayoría aplastante y que como no hay salida electoral la opción es el 350 con la gente en la calle y posterior intervención militar. A quienes piensen distinto los tildan de colaboracionistas.
6- Entrenadores de tribuna: critican a los jugadores, son impacientes, no entienden que a veces se requieren prórrogas y piensan que sus ideas son originales.
Desde el 2006 se impuso la tesis de los Puristas, pero como en el último evento electoral el régimen impidió el triunfo de Capriles, la tesis de los Duros del teclado intenta tomar fuerza. Con tan diferentes maneras de pensar es imposible acordar una estrategia única. ¿Es esta imprescindible? ¿Acaso no sería conveniente jugar en varios tableros? Así como la biodiversidad es importante para el equilibrio ecológico, la diversidad de estrategias y tácticas puede ser el factor de liberación. Somos mayoría, pero todavía el oficialismo mantiene un apoyo popular importante. Apostamos por votar en diciembre bajo protesta y también por una oposición de calle, lo cual no necesariamente significa grandes marchas y concentraciones.
Como en botica: Mardo tiene derecho a un proceso justo. Rechazamos declaraciones del oficialismo que pretenden condenarlo a priori. Varios oficiales en situación de retiro percibieron positivamente el nombramiento de la ministra de Defensa, pero esta ha dado declaraciones típicas de funcionarios sumisos. ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!