¿Cómo elegir los compañeros adecuados? ¿Cómo estar segura de que no se pone en riesgo la pareja? ¿Qué placer se puede obtener? Veamos todo punto por punto.
Se trata de una fantasía: en realidad, ¿hay que hacer que se cumpla?
En general, se recomienda no realizar las fantasías sexuales a cualquier precio. Sobre todo, hay que ser consciente de que la realidad no podrá igualar una fantasía. Y, consecuentemente, la fantasía no será satisfactoria.
Se trata de un escenario imaginario que alimenta nuestra excitación. Por lo tanto, conviene no confundirla con el hecho de llevar a cabo un deseo erótico. Pero, si todo se desarrolla como está previsto, ¡este tipo de aventuras puede alimentar nuestra imaginación sexual durante mucho tiempo!
Estar segura de tu deseo
En primer lugar, asegúrate de que tú también lo deseas, ¡y no sólo tu pareja! No se trata de dar el paso sólo para darle placer. Si lo haces, seguro que sufrirás un fracaso. Tampoco debes lanzarte por el simple hecho de darle vidilla a tu vida sexual o de ser “in” en relación con tus amigas.
Los tríos no tienen nada de ineludible, porque, si existe algún campo en el que no hay normas ni obligaciones, ¡es el sexo! Por ello, puedes probar otras cosas si no estás convencida, como alguna de las 100 mejores posturas del kamasutra.
¿Con quién?
En este sentido, encontramos dos opciones diferentes:
Con tu pareja y un “invitado”, compañero o casi desconocido. Si es tu pareja el que propone a alguien, tú debes ver si prefieres que este sea un amigo cercano o no. Si tus dos compañeros no se conocen mucho, seguramente se permitirán menos cosas… Queda antes con la persona en cuestión para hablar con él y con tu pareja. Será tranquilizador para todas las partes.
Con dos hombres que forman parte, o no, del mismo círculo de amigos, sin ningún vínculo amoroso entre ninguno de los dos. El trío puede estar formado por cualquier persona en el marco de una noche. Si crees que estarás más cómoda con un amigo cercano, reflexiona sobre las consecuencias que ello podría tener en vuestra relación a posteriori, porque dejará de ser la misma.
No dudes en hablar de ello y en pedir consejo a alguna persona (preferiblemente una mujer) que ya haya vivido una experiencia similar. Pero cuidado, tanto si conoces como si no a la persona, una relación sexual de tres personas siempre conlleva riesgos, así que, ¡protégete!
¿Mi pareja está suficientemente consolidada?
La solidez de tu pareja es un criterio mayor. Es esencial mantener una buena complicidad entre tu pareja y tú. No olvides que el objetivo es que disfrutéis los dos, ¡no que lo haga sólo uno!
Para la mayoría de los hombres, la idea de compartir a su pareja es difícil de concebir. Así que, ten también en cuenta la dimensión homosexual que puede generar la presencia de otro hombre en el espíritu de tu pareja. Por otra parte, la posible visión como un adversario potencial, sobre todo en función del tamaño de su pene, puede hacer que la mujer se sienta molesta.
¿Por qué puede ser excitante?
No tienes límites en tus horizontes eróticos, ¡tanto mejor! Hacer el amor a tres o un menáge à trois es salir de su propio cuerpo, multiplicarse y romper las identidades sexuales y afectivas: hombre y mujer, hombre y hombre, querido y desconocido.
Se ponen en escena varias fantasías sexuales a la vez: fantasía homosexual o bisexual (en este caso, para tu hombre), voyeurismo, infidelidad, exhibicionismo. El trío también permite una forma de despersonalización, al contrario de la pareja, que puede ser excitante. Sin olvidar, simplemente, la fantasía de transgredir las normas amorosas.
Para reavivar la llama del deseo en el seno de tu pareja: tu hombre te deseará todavía más al verte excitada por otro. Es una cuestión práctica, el masaje a cuatro manos es una opción válida, igual que vendarle los ojos a uno de ellos. Para el resto, ¡déjate guiar por el deseo!