Entre 20 y 40 billones de becquereles se vertieron en el océano Pacífico desde mayo 2011, dos meses después de la catástrofe de la central nuclear japonesa Fukusshima, hasta julio 2013, indicó el domingo Tokyo Electric Power Co (TEPCO), la compañía que gestiona la central.
Es la primera vez que TEPCO hace públicas sus estimaciones desde el sismo del 11 de marzo 2011 que provocó un gigantesco tsunami y, a su vez, causó un accidente nuclear en la central de Fukushima, el más grave de la historia después de Chernobil (Ucrania) en 1986.
El operador TEPCO admitió a finales de junio, por primera vez, que sus aguas subterráneas radiactivas acumuladas a los pies de la central accidentada de Fukushima se habían filtrado al océano Pacífico vecino.
AFP