El tenis se ha convertido en una de las plataformas de moda masculinas más llamativas del panorama deportivo actual. Altos, fuertes, guapos y con éxito… no podemos pasar por alto el hecho de que gran parte de los hombres más sexys del momento se ganan la vida jugando con una raqueta.
Además de una calidad técnica envidiable, todos estos hombres irradian un potentísimo atractivo, llegando a tener un magnetismo difícil de explicar. Hemos realizado un ranking con los tenistas más sexys de la historia. En esta lista encontrarás desde rubios con ojos azules hasta morenos con cuerpo de escándalo. ¡No te lo pierdas!
Esta foto de Rafa Nadal es solo para abrir boca. Nuestra lista está llena de tenistas de toda la historia que nos llenan de deseo. ¡Lo mejor de lo mejor!
Jan-Michael Gambill Gambill es más conocido por su físico espectacular y por haber aparecido en varias ocasiones en televisión que por su habilidad con la raqueta. Su máximo puesto fue el número 14 del mundo en el año 2001 y, aunque ahora está inactivo, ha ganado tres títulos individuales en su carrera. Es amigo del cantante Elton John y le gusta pasar su tiempo en su ciudad de nacimiento, Hawái… ¡y a quién no!
Pat Rafter: Rafter está considerado como el mejor tenista australiano de la historia: ganó dos veces el US Open, fue dos veces finalista en Wimbledon y llegó a ser el número uno del ranking ATP. Este Don Juan se retiró en 2002, pero desde entonces ha sido nombrado Australiano del año por una revista, es el actual capitán de Copa Davis de su país… ¡y ha sido modelo para una marca de calzoncillos! Si tuviéramos que elegir, Pat estaría siempre en nuestra lista de guapos.
Feliciano López: Nuestro Feliciano fue el primer español en llegar a cuartos de final de Wimbledon desde 1972. Este guapo toledano ha llegado en tres ocasiones a los cuartos de final del torneo, y es en la actualidad el número 32 del mundo. Este año no pudo pasar de las rondas preliminares, pero se puede consolar pensando que es el jugador español con más finales de Copa Davis disputadas. Con esa mirada, esa actitud, y esos abdominales espectaculares sin camiseta, a nosotras desde luego no nos importaría consolarle.