Fumadores que participaron en una técnica de meditación denominada “entrenamiento integrativo de cuerpo y mente” lograron reducir su ansia por el tabaco y disminuyeron en un 60 % el hábito de fumar, según un artículo publicado hoy por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
La adicción al tabaco y otras sustancias involucra un conjunto particular de áreas cerebrales relacionadas con el autocontrol y los investigadores se preguntaron si un entrenamiento destinado a influir la adicción podría ayudar a que los fumadores redujeran su consumo de tabaco, incluso si esa no era su intención.
Los estudios del tabaquismo habitualmente reclutan a quienes desean disminuir o librarse del hábito de fumar. En este caso, los investigadores optaron por otra vía: buscaron voluntarios interesados en reducir el estrés y mejorar su desempeño en las actividades diarias.
Entre los voluntarios había veintisiete fumadores, con una edad media de 21 años, y que fumaban un promedio de diez cigarrillos por día. A quince de ellos se les colocó en el grupo experimental que recibió el entrenamiento durante cinco horas en dos semanas.
El “entrenamiento integrativo de cuerpo y mente” (IBMT por su sigla en inglés), que involucra el relajamiento de todo el cuerpo, imágenes mentales e instrucción sobre “conciencia plena” o atención al momento presente ofrecida por un instructor calificado, se ha practicado por mucho tiempo en China.
Los coautores del estudio, Yi-Yuan Tang, de la Universidad Técnica de Texas en Lubbock, y Michael Posner, de la Universidad de Oregon, han colaborado en una serie de estudios de IBMT.
“Encontramos que los participantes que recibieron la instrucción IBMT también experimentaban una disminución significativa en su deseo de cigarrillos”, dijo Tang. “Dado que la meditación de conciencia plena promueve el control personal y se ha demostrado que tiene un efecto positivo sobre la atención y la percepción de experiencias internas y externas, creemos que podría ayudar en el manejo de los síntomas de adicción”.
Muchos de los participantes sólo se dieron cuenta de que habían reducido su consumo de cigarrillos después de que una prueba objetiva, que mide el monóxido de carbono exhalado, mostró la reducción, añadió Tang.
De acuerdo con las imágenes de resonancia magnética, antes de entrar en IBMT los fumadores tenían una actividad reducida en áreas del cerebro que indican una merma del autocontrol.
Después de dos semanas de IBMT, los fumadores habían incrementado significativamente la actividad en esas áreas.
Pero los científicos no encontraron cambios significativos entre los fumadores en el grupo de control que no recibió instrucción IBMT.
En las entrevistas de control, dos y cuatro semanas más tarde, cinco de los fumadores que habían reducido significativamente su consumo de cigarrillos después de la instrucción IBMT, indicaron que mantenían la mejoría. EFE