En todas partes del mundo, la industria química y petroquímica es considerada como una de las actividades de mayor riesgo de accidentes, dada la alta probabilidad de ocurrencia de situaciones de incendio y explosión, como consecuencia del hecho de utilizar como materia prima sustancias inflamables y combustibles, que son manipuladas, almacenadas y distribuidas en complejos procesos que involucran altas, presiones y temperaturas, kilómetros de líneas de tuberías de distribución, tanques de almacenamiento, amplias áreas de procesos, instalaciones portuarias, patios de tanques, subestaciones eléctricas, almacenes e instalaciones auxiliares, edificios administrativos, etc. y lo más importante, un valioso recurso humano.
Dado el potencial, que un accidente pueda comprometer y afectar la integridad física (la vida) de los trabajadores, los bienes y activos de la empresa, el entorno socioambiental y la continuidad operativa de tan importante actividad, es necesario que el operador (sea este el estado o un privado), asuma y explique ante la sociedad todos los aspectos concerniente al cumplimiento de los requisitos establecidos en las normas de diseño, construcción, operación y mantenimiento que son implementadas en sus instalaciones, para prevenir o minimizar la ocurrencia de situaciones no deseadas, mitigar las posibles pérdidas e intervenir de manera eficiente en caso de accidentes.
Una de las herramientas que históricamente ha sido de mayor utilidad en el establecimiento de normas y medidas de seguridad para la prevención de pérdidas, es la investigación de incidentes y accidentes ocurridos en el sector en cualquier parte del mundo, pues sobre la base de evaluar y analizar profesional y responsablemente lo ocurrido, permitirá conocer las causas y condiciones que rodearon el hecho, y por supuesto, orientar así las medidas y acciones correctivas (administrativas y de ingeniería) para evitar que situaciones similares se conviertan nuevamente en dolor y daño.
Por eso es que cuando en Venezuela se le exige al operador de la industria petrolera (el gobierno nacional), que por favor no se esconda detrás de excusas políticas para tratar de justificar la creciente siniestralidad en la PDVSA de los últimos años, o cuando le exigimos que den a conocer los resultados de la investigación sobre las causas de grandes tragedias como las del Complejo de AMUAY, el de la Refinería de Puerto La Cruz o del Palito, es sencillamente porque queremos que se aprenda de las costosas lecciones, se determinen responsabilidades y procuremos instalaciones más seguras para todos.
@Angelrangels