Aprovechan las dos quincenas de agosto para completar los útiles. Van de librería en librería y de feria escolar en feria escolar. En las listas sugieren marcas de útiles escolares, no obstante, los representantes tienen la última palabra para decidir que comprar.
Hoy solo compra cuadernos, lápices y creyones, después los libros y el resto de los materiales pedidos. Rosmery Hernández tiene dos carreras, es licenciada en Ciencias Gerenciales y técnico superior en Relaciones Industriales y aún así está comprando las dos listas escolares de sus hijos por partes. Hasta el jueves en la mañana había gastado mil 500 bolívares y solo tenía la mitad de lo exigido por los dos colegios.
Todavía le faltan los uniformes. Se las tiene que ingeniar, no hay de otra. Visita tres lugares por día, anota precios, luego los ordena, compara y es entonces cuando empieza su odisea. ¿Qué comprar ahora y qué dejar para la última quincena de agosto? José Fernández, otro representante, “se pone los patines” desde marzo. Va dividiendo su salario hasta agosto, para que el peso económico no se sienta tanto en su bolsillo. Y los demás, “se resuelve con tarjeta de crédito”.
Los materiales y textos para cursar el primer grado en cualquier colegio en la ciudad cuestan, en la Feria Escolar de la Gobernación zuliana, 615 bolívares. Pero en una librería los precios se multiplican por dos. En las listas de educación inicial se podrían invertir hasta mil 497 entre paquetes de foamis, block de construcción y otros tipos de papeles, plastidedos, cartulinas, hojas blancas y cajas de creyones y marcadores.
Por eso Carola Rodríguez solo compró media lista ayer en la feria escolar regional. Comenzó con seis cuadernos y los blocks. Contaba con 400 bolívares para dos de sus hijos, uno en segundo grado y otra en preescolar. Estaban destinados para costear los alimentos de la operación de la garganta de su niña, que es este lunes. El domingo venderá brazos gitanos para recuperar sus finanzas.
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