El presidente de Bolivia, Evo Morales, repudió “rotundamente” la escalada de violencia en Egipto, que arrojó centenares de muertos en choques entre partidarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi y las fuerzas del orden, a la que calificó de “genocidio”.
“No se puede aceptar y condenamos ese genocidio”, dijo el mandatario, en un acto público en la plaza de armas de La Paz en discurso de homenaje al día de la bandera, ante un auditorio compuesto por militares y fuerzas sociales leales a su gobierno.
“Personalmente estoy sorprendido, cómo es posible que pueda haber tanta masacre, fusilamientos, y para mí, perdónenme la expresión, es un genocidio y en estos tiempos no puede haber genocidio”, lanzó el mandatario.
Los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes islamistas dejaron en las últimas 24 horas 173 muertos en Egipto, mientras que choques el miércoles arrojaron casi unos 600 fallecidos.
“Condenamos, rechazamos, repudiamos rotundamente y, sobre todo, toda nuestra solidaridad con pueblos como Egipto que luchan por la democracia, por su restablecimiento y por la unidad de sus pueblos”, apuntó.
En aparente alusión a Estados Unidos, Morales señaló “no es posible que hayan países o imperios que impulsen esta clase de genocidios”.
El gobernante boliviano, de ideología izquierdista y origen indígena, es un ferviente opositor a Estados Unidos al que usualmente llama “imperio”.
AFP