El número de fallecidos en el naufragio de un ferry en Filipinas ascendió a 52 el lunes tras la recuperación de más cuerpos, mientras en la zona del desastre se extiende un vertido de petróleo, informaron los guardacostas.
Los buzos y los barcos de patrulla continúan luchando contra las fuertes corrientes para localizar a las otras 68 personas que permanecen desaparecidas desde que el ferry “St Thomas Aquinas”, que transportaba a 830 personas a bordo, se hundió el viernes por la noche cerca del puerto de Cebú, tras colisionar con un buque de carga.
Funcionarios creen que muchos de los desaparecidos quedaron atrapados en el ferry, que reposa en el fondo del mar, a unos 30 metros de profundidad.
El último balance confirmado el domingo por la noche ascendía a 38 muertos.
Más de 700 personas han sido rescatadas, informaron los guardacostas el domingo.
Ante la disminución de las posibilidades de encontrar nuevos supervivientes, el gobierno comenzó a concentrarse en otro problema: la fuga descontrolada de combustible desde el ferry que está contaminando los caladeros cercanos y los complejos turísticos de la playa.
Las autoridades informaron de que el ferry transportaba 120.000 litros de combustible cuando se hundió.
Malayan Towage, la compañía contratada por el operador del ferry para contener el vertido de fuel, informó a los guardacostas de que una cuarta parte del petróleo ya se filtró, indicó Weniel Azcuna, comandante de los guardacostas de Cebu. AFP