El periódico británico The Guardian fue uno de los primeros en destapar la masiva vigilancia que realiza el gobierno de Estados Unidos y otros países sobre la actividad de las personas en Internet. Junto a The Washington Post, fue uno de los que recibió los documentos filtrados por Edward Snowden que revelan el programa PRISM y otros mecanismos de supervisión. Reseña FayerWayer
Esta semana, el periódico recibió dos “advertencias”. Primero, la oficina del periódico fue allanada por el gobierno británico, destruyendo sus discos duros con información, en un intento de frenar las filtraciones. Luego, una de las personas involucradas en cubrir la historia de Snowden fue detenido por “terrorismo” en el aeropuerto de Londres.
El editor Alan Rusbridger, de la oficina en la capital británica, afirma que intentó explicar a los agentes que la destrucción de los discos sería inútil.
“No tenemos que hacer nuestro reporteo desde Londres. Ya la mayoría de las historias de la NSA habían sido reportadas y editadas en Nueva York. ¿Acaso se le ocurrió pensar que (Glenn) Greenwald vive en Brasil?”, señala un artículo publicado en el diario. Greenwald fue el reportero que se ha dedicado a cubrir la historia de Snowden, a quien entrevistó en Hong Kong.
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