Aunque la tildemos de “mala palabra”, la grasa es un componente fundamental en nuestro cuerpo: actúa como reserva energética y mantiene el calor corporal, entre otras funciones. Por eso, es importante saber cuánto es normal y cuánto es excesivo o deficitario. También, cuál es su diferencia con el sobrepeso corporal.
¿Es lo mismo hablar de sobrepeso que hablar de grasas localizadas?
No, no es lo mismo. “El sobrepeso se define como el aumento de peso corporal para la altura de esa persona, pero puede deberse a líquidos retenidos, a un aumento de la masa muscular (por ejemplo, por realizar ejercicios físicos destinados a ello) o por incremento de la grasa corporal”, responden Mónica Yedvab, Daniela Pasqualini y Paula Amiano, especialistas en nutrición de la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Y agregan que las grasas localizadas no necesariamente indican sobrepeso ni estrictamente deben ser corregidas.
¿Una persona puede ser delgada y, sin embargo, tener exceso de grasa corporal?
Así es. “Algunas personas pueden estar en su peso normal pero tener la masa muscular disminuida y esto enmascara un aumento de la grasa en su composición corporal. Incluso puede estar localizada en la zona del abdomen (el típico flaco con panza), lo cual aumenta el riesgo cardiovascular”, responde Luciano Betti, nutricionista del gimnasio Corpo Gym.
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