Un ejército de bomberos luchaba a duras penas el sábado contra un enorme incendio que arrasa las cercanías del parque natural Yosemite en California (oeste), amenazando miles de casas y extendiéndose al vecino estado de Nevada, según autoridades.
El gigantesco brasero duplicó su extensión en 24 horas y redujo a cenizas más de 50.800 hectáreas de vegetación. El sábado, sólo estaba controlado en un 5%, según el sitio oficial de información sobre incendios Inciweb.
El gobernador de California, Jerry Brown, declaró el viernes por la noche el estado de emergencia para San Franisco porque la ciudad, situada sobre la costa del Pacífico, es en gran parte alimentada por energía eléctrica generada en la región afectada por las llamas.
El incendio, cuyo origen se desconoce, se desató el 17 de agosto en el Bosque Nacional Stanislaus en el condado de Tuolumne, al oeste del Parque Natural Yosemite, una de las principales atracciones turísticas de California.
Unos 2.000 bomberos luchaban contra las llamas con la ayuda de helicópteros y aviones que lanzan agua y productos químicos sobre las áreas afectadas. Cerca de 4.500 viviendas están amenazadas por el fuego, según Inciweb.
La escasa humedad en la región y una vegetación extremadamente seca, sumado a fuertes ráfagas de viento que llevan las llamas hacia zonas de difícil acceso por los bomberos son condiciones favorables para la expansión del incendio, según Inciweb.
Las autoridades ordenaron la evacuación de las pequeñas ciudades de Tuolumne y Ponderosa Hills. Asimismo, cerraron una importante autopista que atraviesa toda la región.
Más temprano esta semana, el gobernador ya había decretado el estado de emergencia para el condado de Tuolumne, lo que le permite utilizar recursos adicionales para combatir el fuego.
Las imágenes satelitales mostraban inmensas columnas de humo blanco que se dirigía hacia el vecino estado de Nevada. AFP
Fotos AFP