La buena noticia de la entrada en vigencia del segundo tramo del alza del salario mínimo -que desde hoy se eleva 10% al pasar de Bs 2 mil 457,02 a Bs 2 mil 702,73- no pasa de ser apenas una ilusión, pues el poder adquisitivo de los trabajadores se ha visto fuertemente reducido, debido a la elevada inflación que arrastra el país.
La tendencia alcista de los precios de bienes y servicios -que acumula un salto de 42,6% en el último año-, de acuerdo con la firma Econométrica ha provocado que hasta el segundo trimestre las remuneraciones de la masa laboral, tanto pública como privada, promedien un retroceso de 7,6% en términos reales, es decir, después de descontar la tasa de inflación.
Este comportamiento se deriva de los resultados del Índice de Remuneraciones (IRE) que publica trimestralmente el Banco Central de Venezuela. La consultora refiere que la escalada de los precios afectó a todos los asalariados, ya que mientras los trabajadores del Estado perdieron 7,2% su poder de compra, la caída en el ala privada asciende a 8,6%.
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