La guerra civil en Siria y las pugnas políticas en Egipto han abierto nuevos campos de batalla en internet y han provocado un alza de los ciberataques en Oriente Medio, informó McAfee.
Más de la mitad de los incidentes en el Golfo Pérsico este año fueron los llamados ataques del “hacktivismo” (que representan solo una cuarta parte del cibercrimen mundial) con programadores políticamente motivados que sabotean grupos opositores o instituciones, dijeron el martes ejecutivos de McAfee, la división de software de seguridad de Intel.
“Se trata en su mayoría de hacer caer páginas web y modificarlas con mensajes políticos. Se ha producido un aumento enorme en los ciberataques en Oriente Medio”, dijo a Reuters Christiaan Beek, director de McAfee para el análisis de respuestas en Europa, Oriente Medio y África (EMEA).
El ejecutivo atribuyó los ataques al conflicto en Siria, la agitación política en Egipto y las actividades del colectivo Anonymous.
“Es difícil para la gente protestar en la calle en Oriente Medio así que los ataques que modifican las páginas web (…) son una forma de protestar”, dijo Beek.
Los ataques DoS (de denegación de servicios) inundan la página web de una organización provocando que se bloquee, pero por lo general causan daños poco duraderos.
El Ejército Eléctronico de Siria (SEA, por sus siglas en inglés), un grupo de piratas informáticos leales al presidente Bashar el Asad, atacaron una página de reclutamiento de la Marina de Estados Unidos el lunes y recientemente tuvieron como objetivo las páginas del New York Times y Twitter, así como otras en Oriente Medio.
Beek describió al SEA como un grupo similar a Anonymous.
Los ciberataques se centran sobre todo en Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, Qatar, el mayor proveedor de gas natural licuado, y Dubai, que es el centro financiero, comercial y de aviación de la región, dijo Gert-Jan Schenk, presidente de McAfee para EMEA.
“Es allí donde se concentra la riqueza y las infraestructuras clave”, dijo.
El año pasado, el virus “Shamoon” tuvo como objetivo a Saudi Aramco, la mayor empresa petrolera del mundo, dañando unos 30.000 computadoras en el que ha sido el ataque más destructivo contra el sector privado.
“Hace diez años, se trataba de intentar infectar al mayor número de personas posible”, añadió Schenk. “Hoy vemos cada vez más ataques que se centran en grupos muy pequeños de personas. Muchas veces el software malicioso se desarrolla para un departamento específico en una empresa específica”, dijo. Reuters