Un gol sobre la hora de Jesús Navas, evitó la derrota de una España desdibujada ante Chile, que pese a ser superior prolongó una maldición, incapaz de ganar en su historia a una selección española a la que le bastó tirar de orgullo en el final para igualar el doblete de Eduardo Vargas (2-2). EFE
Chile seguirá teniendo una espina clavada con la selección española que parece imposible sacarse. Nunca en su historia ha sido capaz de derrotarla y en un pasado reciente existían derrotas que habían dejado cierto espíritu de revancha. En el último Mundial fueron derrotados sin sentirse inferiores y hace dos años, en otro amistoso en Suiza, perdieron en el último minuto por un penalti muy protestado. Hoy, les esperaba un final similar.
Como si fuese una repetición de ese encuentro Chile salió a por una España con rotaciones, que comenzó asfixiada por la presión del rival. Javi García tomaba el mando en su oportunidad y no pudo tener un partido más incómodo. Vidal era su sombra y la valentía del resto de sus compañeros anulaba el juego de toque español.
Ya había intervenido Valdés a un disparo de Isla, cuando a los cinco minutos recibió el primer tanto. El portero del Barcelona tenía la oportunidad merecida tras perder el pulso con Iker Casillas ante Finlandia. Su dulce momento no lo pudo mostrar cuando pensó que la acción sería anulada por fuera de juego pero no apreció que Sergio Ramos se había quedado enganchado y que Vargas se plantaba en posición legal para un mano a mano que definió con facilidad.
Chile llegaba lanzado tras un triunfo vital ante Venezuela que le hace acariciar su clasificación al Mundial 2014. Con la moral por las nubes, había conseguido anular a España que fue despertando gracias a las apariciones de Cesc Fábregas. Xavi y Pedro buscaban sin éxito el gol. Sus llegadas servían para adelantar metros.
Jorge Sampaoli tenía bien estudiado a su rival. Consiguió algo inusual. Chile tuvo más posesión que España. Pizarro inventaba entre líneas y Alexis daba movilidad al ataque con dos laterales, Isla y Mena, cuyas incorporaciones ofensivas hacían mucho daño. Valdés evitó el segundo en una acción de Isla.
Sin estar cómoda en el campo, a la selección campeona del mundo le sobra calidad. Es capaz de marcar en cualquier acción. Lo hizo con un pase perfecto de Pedro desde el costado derecho, medido a la cabeza de Soldado que remató con potencia para encontrar el empate pese a que el esférico rechazó en la estirada de Bravo.
España había superado momentos de dificultad y cuando esperaba el descanso recibió un golpe del que ya no se levantó. Un balón que recibió de espaldas Vargas, se encontró con un error de Raúl Albiol, último defensa, al que faltó contundencia y permitió girar a su rival, que en carrera definió con calidad, ajustando su disparo al palo derecho de Valdés. Nunca había encajado dos tantos el portero español en un partido como internacional.
Navas salvó los muebles a España
Como ocurrió hace dos años, cuando un doblete de Cesc volteó el marcador al final, y sin la dureza de aquel día en el juego chileno, cuando pocos pensaban que España reaccionaría apareció Jesús Navas para echarse al equipo a su espalda. Pegado a la banda derecha desequilibró siempre, encaró y cambió el partido.
En sus botas estuvo la reacción. Primero probando a Bravo con un disparo raso cruzado, luego con un pase de la muerte al que Negredo no llegó por milímetros y en el tiempo añadido metiendo la puntera a un pase de Pedro que acabó en el gol del empate. España no pierde ni en un día malo. Chile demostró que será un rival a respetar en un Mundial, el de Brasil, en el que tiene mucho por decir.
Ficha técnica
2 – España: Víctor Valdés (Reina, m.59); Arbeloa, Raúl Albiol, Sergio Ramos (Nacho Fernández, m.59), Monreal: Javi García (Koke, m.79), Xavi (Iniesta, m.46); Cazorla, Cesc (Navas, m.46), Pedro; y Soldado (Negredo, m.65).
2 – Chile: Bravo; Medel, González, Jara; Isla, Diaz, Pizarro (Silva, m.46), Mena; Vidal; Alexis Sánchez y Vargas (Beausejour, m.85).