La Policía Local de Palma ha descubierto a primera hora de la tarde de hoy el cadáver de un recién nacido en el interior de un contenedor de basura subterráneo, ubicado en la calle Balanguera de la capital balear. Previamente, la madre de la criatura, de 29 años de edad y nacionalidad española, había confesado que había dado a luz un niño muerto y que, tras envolverlo con una toalla, lo había arrojado a un depósito soterrado en una bolsa de basura de plástico de color negro. En la zona hay cuatro contenedores, y la criatura muerta había sido introducida en el de materia orgánica.
Según el relato de la propia mujer a la Policía Nacional, el bebé que estaba esperando nació ya muerto, en torno a las siete de la mañana. Al parecer, la madre estaba embarazada de entre seis y siete meses, y los familiares con que convive desconocían este hecho, así como también el padre del bebé.
Según la madre, el bebé nació ya muerto
Al mediodía, al sentirse físicamente mal debido a una hemorragia, la mujer ha acudido a una clínica de Palma y ha sido allí donde ha explicado lo ocurrido. Instantes después, se han desplazado hasta la calle Balanguera agentes de la Policía Local, la Policía Nacional, el Cuerpo de Bomberos y la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya). El cuerpo sin vida del recién nacido ha sido encontrado en el lugar indicado por la madre.
La mujer ha quedado en libertad tras prestar declaración ante la Policía, al no apreciarse signos de violencia en la criatura. La autopsia se llevará a cabo mañana domingo, pero en principio todo apunta a que se habría tratado de un aborto natural.
Información: Notitarde