La petrolera brasileña Petrobras está dispuesta a mantener la asociación con la empresa estatal venezolana Pdvsa en la refinería que se construye en el nordeste de Brasil siempre que aporte en dinero el 40 % de los 17.000 millones de dólares invertidos en la obra, informaron fuentes oficiales.
“PDVSA es bienvenida como socia de la refinería Abreu e Lima en el modelo inicialmente previsto, es decir aportando el 40 % de los recursos”, afirmó la presidenta de Petrobras, Graça Foster, en una entrevista publicada hoy por el diario económico Valor.
La ejecutiva dijo que espera que PDVSA confirme su participación en el proyecto, ya que “un cheque con el 40 % de los 17.000 millones de dólares (invertidos en la refinería) es muy bueno para la caja de Petrobras”.
Foster se abstuvo de confirmar o desmentir las informaciones publicadas la víspera por el mismo diario en el sentido de que Petrobras incorporará el 1 de noviembre próximo la refinería Abreu e Lima como una unidad propia de negocios, con lo que el proyecto dejará de ser considerado como una asociación con PDVSA.
La ejecutiva dijo que la asociación está condicionada al aporte efectivo de recursos y descartó que la venezolana pueda pagar su participación a plazos con petróleo.
“Es un socio vecino, poderoso, con grandes reservas de hidrocarburos y que conoce el refino”, aseguró la presidenta de Petrobras.
Según la ejecutiva, el pago en petróleo “puede ser una solución” pero desde que no sea gradual sino integralmente. “Yo necesito dinero”, afirmó.
Agregó que Petrobras ya concluyó con recursos propios el 80 % de las obras de la refinería y el socio tendría que desembolsar su parte para garantizar la participación.
Pese a que la construcción de la refinería conjunta fue acordada en 2005 por los entonces presidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Hugo Chávez de Venezuela, y a que la planta está en fase final de construcción, PDVSA nunca aportó recursos para el proyecto, ni presentó las garantías para responsabilizarse por su parte en la deuda contraída por Petrobras para llevarlo a cabo.
Las dos empresas acordaron inicialmente construir una refinería binacional en el estado brasileño de Pernambuco (nordeste de Brasil) con capacidad para procesar 230.000 barriles diarios de petróleo, en la que Petrobras tendría un 60 % y PDVSA el 40 %.
La refinería conjunta era un viejo anhelo del fallecido presidente Chávez, principal impulsor del proyecto, quien viajó en varias oportunidades a Brasil para acordar la asociación.
Petrobras inició en 2007 la construcción de la refinería con recursos propios, a la espera de que PDVSA hiciese sus aportes y asumiese su parte en la deuda que la estatal brasileña contrajo para financiar la obra.
La previsión es que el primer parque de la refinería comience a operar en 2014 con capacidad para producir 115.000 barriles diarios.
Foster admitió que los errores en la planificación de la refinería Abre e Lima, cuyo costo inicial era calculado en 2.300 millones de dólares, serán tenidos en cuenta en las otras dos refinerías que Petrobras construirá en el nordeste del país.
“La regla en Petrobras es que las lecciones se aprenden para repetir” errores, afirmó.
Según Foster, las refinerías Premium 1 y Premium 2, que van a ser construidas en los estados de Maranhao y Ceará, están en la fase final de proyecto.
“En marzo o abril realizaremos la licitación (para contratar las obras). Si los precios (que exijan los posibles contratistas) se ubican dentro de lo que el proyecto considera como métricas internacionales, realizaremos las obras”, dijo. EFE