El movimiento telúrico se originó a 16 km al suroeste de San Marcos, una población localizada en la Costa Chica de Guerrero, informó el Servicio Sismológico Nacional de México a través de su cuenta en Twitter.
Por su parte, Angel Aguirre, gobernador de Guerrero, aseguró en la misma red social que se activaron “los protocolos” de seguridad tras la sacudida, que se sintió hasta el turístico puerto de Acapulco, en el mismo estado.
“Por la (baja) magnitud del sismo no se activaron las alertas sísmicas”, dijo a la AFP Constantino González, subsecretario de Protección Civil del estado, quien precisó que hasta el momento no se reportan daños ni víctimas.
Aunque algunos habitantes de San Marcos y Acapulco sintieron el temblor, no hubo evacuaciones.
Guerrero es el estado más afectado por las lluvias torrenciales que padece México desde el 14 de septiembre por el embate, casi simultáneo y por costas opuestas, de dos ciclones que alcanzaron la fuerza de huracán categoría 1.
Hasta el momento, el balance oficial de las lluvias es de 146 muertos, 53 desaparecidos y unas 1,5 millones viviendas dañadas en todo el país, por lo que unas 52.400 personas siguen en albergues.
El deslave más dañino ocurrió en La Pintada, una alejada comunidad cafetalera de las montañas de Guerrero que quedó sepultada parcialmente.
El turístico Acapulco, cuyo sistema de agua potable sigue colapsado, vio resurgir las inundaciones el jueves por una nueva baja presión en el Pacífico.
Aunque el fenómeno climático “presenta una mínima probabilidad para intensificarse a ciclón tropical durante los próximos días”, incrementa el potencial de lluvia en el sureste y sur de México, indica el último reporte del Servicio Meteorológico Nacional.
El 21 de agosto, un sismo de 6 grados en la escala de magnitud momento se originó en San Marcos, sacudiendo con fuerza Acapulco y causando daños en escuelas y viviendas del puerto.
Ese sismo, que tuvo al menos ocho réplicas, motivó evacuaciones en Guerrero e incluso en Ciudad de México.
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